Oviedo, Ch. NEIRA

Tres años de trabajo, del azar bien encaminado al método depurado, han ofrecido al cineasta asturiano Ramón Lluis Bande la posibilidad de recuperar cierta memoria histórica de Asturias, de 1934 a la transición. El camino recorrido ha encontrado ahora parada, fonda y candado provisional con la edición en Dvd de las tres películas que jalonaron ese itinerario. Esta tarde, a las 19.30 horas, se presentan en la Fnac de Parque Principado con la participación del autor, Noemí Martín (como presidenta de la Fundación Horacio Fernández Inguanzo, que edita el volumen) y el crítico de cine José Havel.

Recordará allí Bande, se supone, el origen casual de esta trilogía involuntaria pero voluntariosa. El director venía de rodar «El fulgor» (testimonio audiovisual en torno a una canción de Nacho Vegas) y preparaba un clip de «Estratexa», de «Manta Ray». El conocimiento, entonces, de las fotografías de guerrilleros de Constantino Suárez le hizo rescatar la idea de expresar cinematográficamente contenidos históricos. Foto fija con aquellas imágenes más la música le pidieron más, algún testimonio de la época, y se encontró en Llorío (Laviana) con Manolín Alonso, guerrillero que curiosamente estaba retratado en aquellas fotografías de la época. Entendió Bande que se producía ahí un cierre y que su formato «verité» (plantar la cámara y recoger el testimonio sin afeites) podría servir para recuperar una parte importante de la memoria histórica asturiana del siglo XX.

La «película retrato», como la llama Bande, era fácil de producir y le abría muchas posibilidades de lenguaje, desde la deconstrucción de los elementos clásicos del documental: «Dar por separado los elementos que habitualmente se mezclan en los documentales: música, testimonios, archivo... Y que sea el espectador el que lo reconstruya». Y eso fue lo que aplicó al año siguiente, 2005, al retomar y traer del mito a la realidad la figura de Aida la Fuente, que había acompañado a Bande durante toda su vida a través de la canción de «Nuberu». Pudo obtener el testimonio de Pilar la Fuente, hermana de la revolucionaria, y, en forma de díptico, lo completó con la interpretación de la canción original en la voz de Mariluz Cristóbal. El tercer título llegó por encargo de la Fundación de hacer una película sobre Horacio Fernández Inguanzo, «El Paisano». Bande dijo no, pero ofreció una película testimonio que rescataba a los que habían vivido y resistido con él durante el franquismo. Mismo sistema de trabajo pero con más testimonios dejaron claro que Bande convertía la pantalla en el espacio físico de la memoria. Ahora, dice, ya está con la idea de probar otras cosas. La película testimonio queda, de momento, cerrada.