Oviedo, J. B.

A David Kano no le sorprende nada de lo que le está ocurriendo. Cuestión de conexión: «A cada uno nos va un palo distinto. Han coincidido las ganas de hacer rock de todos». Tan sencillo y tan complicado. David Kano es uno de los miembros de «Krakovia», grupo de sólidas hechuras, de, efectivamente, rock de base clásica y vanguardista a la par, que ha tenido una calurosa acogida desde los sectores con buen gusto por el viejo e incansable género. El grupo mostrará en directo su hazaña, el disco «Road movie». En el escenario pueden aparecer hasta nueve, aunque la base del grupo es un sexteto. La cita, hoy a partir de las 21,30 horas en la sala Albéniz de Gijón con la presentación de la China Patino.

«Las canciones han salido solas. No ha habido ese tipo de canción que se complica. Han salido los temas en la misma noche. De hecho hasta hemos respetado la pista original de una noche, por la frescura y por cómo salieron», cuenta Kano, a la vez ideólogo de Cycle. Cuando apunta a los «palos distintos» habla de la bailarina Vinila Von Bismark, que es la última musa del underground nacional, en realidad una joven, Irene, granadina de 20 años; Petra Flurr, cantante que da el toque berlinés (hay una pieza en alemán, el resto en inglés) y de Guille Mostaza («Ellos») y Juanjo Reig: «Empezamos en mayo, hasta prácticamente final de año. Hay canciones», dice Kano, «que dentro de una misma producción tienes que dejarlas macerar, no ha sido nuestro caso y tiene que ver con la conexión, porque coincidimos en clubes, en sitios trabajando. A Guille le hice la producción de su último disco. Y con Irene mantengo una relación estrecha; Flurr es el que actúa con ella en su performance», precisa Kano, que ha compartido la composición (musical) del «Road movie», un disco que mira «para el rock y que luego deriva en ciertos estilos; lo hemos concebido como una película. En las canciones entran y salen personajes». Ambiente de cine que se plasma hasta en en la portada: «Pues sí, queríamos hacerla también un poco peliculera. Darle cierto aire cinematográfico. Había que salirse un poco de las imágenes típicas, del pantalón vaquero»

La fuerza oída en el álbum se traslada a sus sesiones en vivo: «el directo es más ágil que el disco, al menos ésa es la sensación que yo tengo. Intentamos que no dé tiempo a respirar».

-¿En la onda «Ramones»?

«Así es; queremos que sea ramoniano, que no haya espacios, que sea veloz». Y para que todo quede muy claro, David Kano argumenta y resume cómo es un de sus conciertos: «Un show que se sale de los parámetros de una banda convencional», cuenta este activista de la música. No en vano, Kano ya era un tecno íntegro en los noventa.