La necesidad de incorporar nuevas series a su tarde vuelve a pasar factura a Divinity. El canal femenino de Mediaset ha tenido que volver a cambiar los horarios de las ficciones que emitía hasta ahora y eso no ha sentado nada bien a las personas que siguen estas telenovelas turcas (el tipo de novelas más vistas hasta ahora). El cabreo ha llegado principalmente a las que cada tarde se enganchan a Erkenci Kus. El canal ha cambiado las horas de emisión de esta serie hasta en dos ocasiones. Y eso ha enfadado a muchos. “Es vergonzoso”, señalaba una usuaria de las redes sociales.

Pero no es la primera vez que sucede algo así. Los primeros en quejarse fueron los que seguían Kara Sevda. La estrategia de las cadenas en este caso es clave. Las cuatro de la tarde es la hora más importante para las telenovelas. Es cuando la gran mayoría de todas las seguidoras de estas ficciones están delante de la pequeña pantalla, justo después de comer. Es por eso que las cadenas aprovechan para fijar a esas horas sus mejores apuestas, las que saben que van a triunfar o aquellas en las que quieren sumar a más público.

Para dar cabida a lo nuevo poco a poco las series que hasta la fecha se emitían a las cuatro de la tarde van cambiando de horario. Primero se van a la segunda franja, la de las seis de la tarde, y luego un poco más al final de la tarde. Lo bueno, eso sí, es que todas las personas jóvenes que siguen las ficciones pueden recurrir a las diferentes aplicaciones que ofrecen versiones a la carta para ver los capítulos que se perdieron en directo.

Las telenovelas turcas están marcando un antes y un después en la televisión. No en vano están consiguiendo que los canales femeninos lleguen a niveles de audiencia que no se veían desde hace tiempo. De hecho estas producciones turcas han hecho que decaiga el interés por las series latinas que hasta ahora colonizaban todos estos canales. Las nuevas generaciones ya no quieren viejos galanes. Las nuevas novelas siguen hablando de amor pero cuentan con una imagen un poco más moderna y unas historias un poco más cercanas a la gente joven que está al otro lado de la pantalla Lo que no ha cambiado es la cantidad de gente que sigue las ficciones ni su fidelidad, que va en aumento cada año.