Si por algo se ha caracterizado Sálvame a lo largo de estos años de emisión del programa más polémico de Telecinco ha sido por la nomina de sus colaboradores. Se trata de personajes del mundo del corazón que de una o de otra manera acaban acercando todos los temas al plató del formato de la Fábrica de la Tele para las tardes de Telecinco. Unos colaboradores que además nutren otros programas de la casa. No hay que olvidar, por ejemplo, que no es extraño que al menos un colaborador de esta factoría acabe pasando por Supervivientes y que así un programa “alimente” al otro.

Pero si hay una colaboradora de la que se ha hablado (y mucho) durante estos años esa ha sido, sin duda, Anabel Pantoja. La sobrina de Isabel Pantona ha sido en todo momento la representante del clan en el programa de las tardes de Telecinco llegando incluso a sacar un libro con sus vivencias en el programa. Se habló de cuando ganaba peso, de cuando lo perdía… De todo.

Pero ahora los espectadores parecen hartos de ella. No soportan su forma de comportarse. “No se porque todavía la tenéis, se está riendo de todos vosotros”, aseguraba hace poco una usuaria de las redes sociales en respuesta a una foto de Anabel Pantoja. Un comentario muy aplaudido por el resto de personas que siguen el programa.

Lo que ha sabido rentabilizar como nadie Anabel Pantoja, eso sí, ha sido su presencia en redes sociales, en donde cuenta con cientos de miles de seguidores y donde juega un papel más que destacado. No en vano Pantoja las utiliza como una forma más de ganar dinero al ponerse en contacto con ella multitud de marcas.

Pero esas redes también le han llegado incluso a jugar una mala pasada. Tener demasiada fama en el mundo virtual tampoco es bueno. Sino que se lo digan a esta colaboradora de Sálvame que llegó incluso a colgar vídeos suyos en estado ebrio y discutiendo con su pareja que se hicieron virales y que fueron grabados y compartidos por cientos de miles de personas. Si bien es verdad que una vez cometido ese error la propia Anabel aprendió y empezó a tomarse un poco más en serio las redes que, al final, no dejan de ser parte de su trabajo casi tanto como acudir a diario a los estudios de Telecinco para participar en Sálvame