Viva la Vida, el programa del cotilleo de fin de semana, ha conseguido hacerse con un gran hueco en la programación de Telecinco. Lo que nació siendo un espacio llamado “Que tiempo tan feliz” en el que María Teresa Campos recordaba cada semana la vida y milagros de alguien famoso ha acabado convirtiéndose en esta última y nueva etapa en un programa más del corazón de la principal cadena de Mediaset España. Por su parte Sálvame sigue siendo el buque insignia del cotilleo. El programa del que más se habla en las tardes de la televisión y también, como no, el que más audiencia está consiguiendo. No es extraño por lo tanto que haya colaboradores de ambos programas que se enfrenten.

Una de las razones por las que más triunfa este formato es la lista de sus colaboradores. Y uno de los que más ha dado que hablar en los últimos meses ha sido, sin duda, Diego Arrabal. Han sido frecuentes sus enfrentamientos en el plató con Isabel Rábago, con la que comparte filias y fobias sobre la familia de Antonio David y Rocío Flores. El caso es que unas palabras del propio Arrabal en redes sociales han sido objeto de mucha polémica. "La prensa del corazón ha muerto. Ese es el titular que a muchos les gustaría", relató recibiendo muchas críticas.

Lo que parece que tenían claro en Mediaset una vez que se cumplió el contrato de María Teresa Campos para los fines de semana es que querían ampliar el público a gente más joven y, a la vez, conseguir un programa que completara a Sálvame o a Socialité y que pudiera generar polémicas, hablar de los reality de la casa y además hacer famosa a gente para que participara en este tipo de programas y luego sus compañeros tuvieran algo de que hablar.

Así el programa fue presentado en un primer momento por Toñi Moreno, que no volvió hasta las vacaciones de Emma García. Pero ellas dos no han sido las únicas que se han sentado en el centro de este programa en el que también ha estado con un papel más que destacado Sandra Barneda, la periodista, presentadora y escritora condujo varios programas durante el aislamiento por Covid de Emma García. Algo que no sentó nada bien en el formato porque incluso algunos espectadores llegaron a preferir a Sandra antes que a la propia Emma, que no cae demasiado bien.