Cinco horas de directo dan para mucho. Eso lo saben bien quienes hacen un programa como Sálvame. Y ya si a esas cinco horas le sumas otras cinco que son las que dura el Deluxe el resultado puede ser tremendo. Y depende de quién comente el cóctel ya puede ser explosivo. Algo así debieron de pensar los espectadores el pasado sábado durante la emisión de Sálvame Deluxe (llamado Sábado Deluxe) en Telecinco.

Después de una primera parte en la que se habló de Rocío Jurado y una segunda en la que se dio rienda suelta a un polígrafo sexual de Carmen Borrego a última hora de la noche llegó el momento de hablar de Leticia Sabater. La que fuera protagonista de los programas infantiles más divertidos en los años 80 y 90 llegó al plató completamente desfigurada tras varias operaciones de cirugía estética. Quería contar su verdad y fue escuchada.

Tanto que antes de que entrara le hicieron hasta honores dando pequeñas pistas de lo que le pasaba para generar expectación. Y los colaboradores se pusieron de pie. Uno de los que lo hizo fue Jimy Jimenez Aranau, que no se dio cuenta y se puso de espaldas a una cámara. Eso no pasó desapercibido. Víctor Sandoval le dijo que estaba dando el culo a toda España. “Para una vez que lo hace…”, aseguró. “Estás enfermo”, le espetó su compañero colaborador.

Empezó la entrevista y el propio Sandoval se sintió mal por lo que había dicho y acabó rectificando y pidiendo perdón a la audiencia por su comentario. 

Parece que ni el mesías de Jorge Javier Vázquez está consiguiendo frenar le caída en picado del que hasta ahora era el programa estrella de Mediaset. Sálvame no levanta cabeza. Arrastra varias crisis y los últimos datos, pese al juego de fuegos artificiales de la cadena, no acaba de darle alas para remontar.

El pico de audiencia que experimentó Telecinco con la emisión del documental de Rocío Carrasco y, en paralelo, las galas de Supervivientes parece que está teniendo ahora su contrapartida para la cadena. El estreno de la Casa de los Secretos no está siendo tan espectacular como se esperaba y en Sálvame, ni las revelaciones sexuales de Tom Brusse ni la embestidas de Carmen Borrego contra su sobrina consiguen hacer que brille como antes. ¿Qué está pasando? Esa es la pregunta que no deben dejar de estar haciéndose los responsables de la productora