Makoke lo prometió y ha cumplido su promesa. La colaboradora de 'Viva la vida' había asegurado en más de una ocasión que Marta López, la novia de su exmarido, estaba obsesionada con ella y que había llegado incluso al punto de escribir a amigos en común para descubrir detalles sobre su vida privada. 

Ahora Makoke demuestra sus palabras entregando a la dirección del programa unos pantallazos que han sorprendido a todos. Las imágenes corresponden a una conversación de Marta López con un conocido en común de ambas: "Estos mensajes me los mandó una persona a quien yo sigo en redes para que viera que Marta iba preguntando por mí". 

En los mensajes, Marta López pregunta a este chico si mantiene una relación con Makoke y le pide información privada sobre la exmujer de su marido: "Está obsesionada conmigo, ha buscado a quién sigo para escribirle y preguntarle si estoy con él, si yo voy a un restaurante al día siguiente está ella allí...".

En Viva la vida han vuelto a tratar esta situación. Alejandra Rubio lo negó en nombre de Marta, asegurando que ella no se expresa de esa forma y alegando que es muy fácil falsear ese tipo de mensajes. ¿Ha sido Makoke víctima de un engaño? “Yo sabía que lo iba a negar. ¿Qué me lo han colado? Puede ser, pero me lo han colado a mí, a mi representante… no sé, no tengo ni idea”, dice Makoke, aunque insiste en que Marta está obsesionada con ella porque dice haber escuchado audios de ella pidiendo el mismo vestido que muestra la colaboradora y pidiendo comer en los mismos restaurantes. Alejandra Rubio también se mantiene firme: “Ya te digo yo que Marta no va a pedir tu vestido. Y si ha escrito a algún restaurante, puede ser casualidad. Vamos todos a los mismos restaurantes. Es una tontería enorme, los mensajes son falsos", son sus palabras. Y es que, además, hay una teoría respecto a esto.

“Es verdad que hay una persona obsesionada con Marta que se hace pasar por ella y manda mensajes en su nombre. Yo el otro día tuve 9 mensajes en los que, supuestamente, hablaba mal de Makoke. Creo que está en manos de la justicia”, comenta Sergio Pérez. Pero la teoría es más enrevesada de lo que parece, pues hay un mal de ojo de por medio.