Moisés se pronuncia sobre su sorprendente salida en Pasapalabra: "Mucho desorden"

No han sido tiempos sencillos para Moisés. El ya mítico concursante de Pasapalabra ha puesto su participación en juego durante varios programas seguidos e incluso ha estado a punto de perderlo todo tras fallar la primera palabra en la silla azul. Sin embargo, parece haber dado con la clave para volver en sus cabales y recuperarse de esa salida de papel que ha vivido mientras Óscar arrasaba con una racha imparable.

El duro momento de Moisés más allá del rosco de Pasapalabra: "Desorden"

No obstante, Moisés por fin ha hecho valía de su larga estancia en el programa para arrebatarle el liderato a su compañero y ocupar de nuevo el trono del equipo naranja. Recordemos que el puesto en el equipo de este color suele estar reservado para los ganadores en caso de que no haya empate y que, por lo tanto, la silla azul pasa a ser directamente para el concursante que haya tenido un peor resultado en el rosco.

Hay que añadirle un factor adicional: el riesgo de caer eliminado al principio del programa incrementa en la silla azul; una prueba en la que se enfrentan a un aspirante con ganas de comerse el rosco y que esta semana Moisés ha librado varias veces. De vuelta en el asietnto naranja, el concursante de Pasapalabra ha querido pronunciarse acerca de su mala racha: "Lo importante siempre es sentarse en esta mesa".

Ya son 184 programas los que suma el concursante. Sin embargo, las cosas parecen haberse complicado para él desde el pasado 30 de enero, cuando empezó a arrastrar una serie de malos resultados de los que no conseguía levantar cabeza hasta ahora. El mismo Moisés confesaba que no es sencillo almacenar tanto conocimiento de manera ordenada y que precisamente este "desorden" casi le cuesta muy caro.

Ha llamado la atención el bajón de rendimiento de Moisés precisamente porque coincidió con la concatenación de 23 aciertos por parte de Óscar durante gran parte del concurso. Ambos han estado a punto de forzar su salida desde dos perspectivas totalmente distintas: uno por falta de acierto y otro por el exceso del mismo. No obstante, la cuerda al final no ha cedido ni para uno ni para otro lado y, ahora, las cosas parecen haber vuelto a su sitio. De momento, Moisés entierra cualquier ápice de abandono y gana de nuevo la batalla a Óscar. Quién sabe cuál de los dos firmará ahora el acierto definitivo para llevarse un pellizo más grande que un millón a casa.