Echarse crema solar es algo imprescindible para el verano. Hay que evitar quemarse al sol, así lo dicen los dermatólogos, y tienen razón. Yo, que soy hipocondriaca por naturaleza, pasé ayer mi primera tarde de vuelta y vuelta, y siguiendo la instrucciones médicas, me unté crema de factor cincuenta cada quince minutos. Después de cuatro horas panza arriba salí de la playa igual de blanca que al principio y con toda la arena pegada en las pantorrillas. Vamos, que tenía razón aquel mexicano del hotel de la Riviera Maya: «No se echen demasiado bloqueador».