Cangas de Onís,

J. M. CARBAJAL

La fiebre mundialista levanta pasiones en muchos lugares del país; y Cangas de Onís no podía ser una excepción. No es que bares, cafeterías y demás establecimientos hosteleros registren un notable aumento de clientela durante estas fechas para seguir por televisión las andanzas de la Roja en el Mundial de Sudáfrica. Tampoco que los «fans» de la periodista Sara Carbonero, la novia de Iker Casillas, sumen cada día que transcurre un mayor número de adeptos, atraídos sobremanera por los ojos de la periodista.

Nada de todo lo dicho anteriormente. Ahora mismo, lo último de lo último de la fiebre mundialista por la zona suroriental asturiana es el utilitario que luce en todo su esplendor los colores de la selección nacional y que, del mismo modo, lleva impreso sobre el capó del mismo una reproducción en miniatura de la Copa del Mundo, el prestigioso trofeo «Jules Rimet». Un turismo, marca Mercedes B-200 CDI, que circula, desde el pasado fin de semana, por las carreteras de la comarca del oriente de Asturias levantando a su paso la atención de la gente, tanto de los aficionados al mundo del fútbol como de aquellos que ni les va ni les viene lo que ocurre en el mundillo del balompié y, más concretamente, al sur del continente africano.

«Cuando España se clasificó para octavos, tras superar a Chile, me dio por tunear el coche», relató ayer su propietario, el empresario hostelero cangués Isidro Martínez Fernández, quien regenta la sidrería Covadonga, localizada a los pies del real sitio.

Atrás queda la fase de grupos, donde el combinado nacional que dirige Vicente del Bosque, tras perder ante Suiza, consiguió superar a las selecciones de Honduras y de Chile. La cumbre, de momento, se logró con Portugal, igualmente dejada en la cuneta por los muchachos de Del Bosque. La selección puso el martes la directa en busca de la clasificación para las semifinales. Falta un paso: doblegar en cuartos de final al equipo de Paraguay.

El automóvil rojigualda de Isidro Martínez fue tuneado en un pispás por la firma local Rojo Artes Gráficas, de La Venta (Cangas de Onís). Apenas unas horas después de que Cristiano Ronaldo y sus compañeros dijeran adiós al Mundial de Sudáfrica, al quedar eliminados por la selección española del «tiqui-taca», brillan con luz propia sobre la carrocería del espectacular coche varias pegatinas del escudo de Portugal, con un destacado lazo negro en señal de luto. «Según vayamos eliminando selecciones iré incorporando nuevas pegatinas», explicó el joven hostelero, aguardando a lo que acontezca con los guaraníes de Paraguay.

El utilitario de la Roja -nada que ver con un bus- se ha convertido en tan sólo unas fechas en uno de los principales reclamos publicitarios en el área de influencia de la comarca de los Picos de Europa. Estacionado habitualmente en los aledaños de la sidrería Covadonga, cerca del santuario, llama poderosamente la atención de cuantas personas se acercan de visita a la zona. «La gente lo fotografía muchísimo, sobre todo los que pasan por Covadonga», explica Isidro Martínez, quien ya se plantea un reto: «Si España gana el Mundial seguro que el coche va a quedar así, por lo menos durante todo el verano».

El coche

- Mercedes B-200 CDI

- Capó con reproducción del trofeo «Jules Rimet»

- Colores de la bandera de España

El propietario

Isidro Martínez Fernández, hostelero cangués, regenta la sidrería Covadonga