La docena de excursionistas, mayoría de origen asturiano, que visitaron la Iglesiona de Oviñana con LA NUEVA ESPAÑA, apenas tenían palabras para describir las sensaciones que les evocaba haber penetrado en el corazón del Cabo Vidio. "Es impresionante, ha sido una experiencia totalmente inigualable", decía mientras salía de la cueva Berta Ardura, madrileña con orígenes asturianos y veraneante habitual de Oviñana. Berta Ardura, su hijo Pablo Morán y su amigo Marco Silva, se quedaron a las puertas de entrar a la Iglesiona días antes de esta visita. La lluvia dejo impracticable la bajada hasta la cueva, pero por suerte para ellos la Iglesiona les dio otra oportunidad. "Ha sido una suerte total porque no nos queríamos ir de aquí sin verla, queremos repetir".
El ovetense José Manuel Valle, también salió maravillado de la Iglesiona, a la que comparaba con El Tesoro de Atreo, un monumento griego que se encuentra a las afueras de Micenas. "La cúpula es increíble, parece que la hayan echo a mano, da sensación de inmensidad".