Carreras de burros hay muchas. Como la de San Román, que ayer celebró su 43.ª edición en Piloña, pocas. Así lo atestiguan las decenas de personas que siguieron de cerca la prueba, en la que tomaron parte un total de cinco equinos.

La competitividad sana y el buen humor fueron la tónica dominante del evento, en el que la mayoría de jinetes vistieron originales disfraces. Fue el caso de Loli Matas y Ángel Laruelo, quienes aparecieron caracterizados como el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a lomos de un burro cargado de misiles que arrancó numerosas carcajadas entre los asistentes. "Participamos porque es una tradición guapa, no se puede perder. Es muy importante que los críos tomen el relevo", apuntaron al pasar segundos por meta.

Los primeros en cubrir el kilómetro y medio que separa Villa del práu de la fiesta de San Román fueron Juan Murujosa y Adrián Arenas, ataviados como "paisaninos de pueblo" y a lomos de "Hidalgo". A pesar de su corta edad -tienen 10 y 12 años respectivamente- ya cuentan con experiencia en la prueba. "Ya participamos más de tres veces, no tuvimos falta ni de entrenar", resaltaron los flamantes vencedores. Con los cien euros del premio tenían pensado comprar comida para su burro, entre otras cosas.

El tercer lugar en el podio fue para la joven Rocío Ríos y sus ayudantes Andrés Laruelo, Carlos Cueto y Sergio Cueto, que resaltaron el alto nivel de la carrera. La cuarta posición fue para Jesús García y Mónica Ruiz, que se disfrazaron de enfermera picante y de bebé. En último lugar llegó vestida como Blancanieves Sara Sánchez quien, pese a sufrir una aparatosa caída, consiguió completar la prueba.

La fiesta continúa hoy en San Román con una sesión vermú y una paellada desde las dos y media de la tarde.