Una vez más, Gijón se hizo oír ayer con el "Restallón", pero su estruendo solo fue un eco de los fuegos que, la noche anterior, hicieron temblar el cielo y cada rincón de la ciudad. Los valencianos de Ricasa consiguieron que Gijón brillara bajo los colores dedicados a Covadonga (la Virgen, el Reino de Asturias y el parque nacional) y que el rugir de la traca final levantara los corazones y los gritos orgullosos de todo aquel que, durante 27:13 minutos, alzó la mirada al cielo en una espléndida y despejada noche quedándose atónito ante tal espectáculo pirotécnico.

Turistas, gijoneses, y fieles asiduos a las fiestas de Begoña, dieron por terminada la Semana Grande por todo lo alto, convencidos de haber asistido a un evento único, tanto, que durante el "Restallón", el juego de pirotecnia y luces vivido la noche anterior fue el tema principal de los grupos que se encontraban en el Muro de San Lorenzo.

Tal era la satisfacción con el espectáculo, que el gijonés Vicente Suárez no dudó en afirmar que desde su punto de vista "fueron los mejores fuegos artificiales de los últimos veinte años". Además, de entre los treinta minutos de duración, Suárez dejó claro que "la explosión de los últimos cinco minutos fue espectacular". Una sensación a la que se suma Alberto Gigantón, otro gijonés de nacimiento, que pese a que actualmente reside fuera, se acercó para disfrutar del cierre de las Fiestas de Begoña. Gigantón explicó que estos fuegos han sido "los mejores de los últimos años", una apuesta que incrementó afirmando que eran "los mejores que he visto", y alabando también unos instantes finales que retumbaron por toda la ciudad de Gijón.

Álvaro Zamarreño y Óscar Moreno, de Salamanca, habían pisado San Lorenzo por primera vez el martes y quedaron "anonadados" ante el juego de luces. Las grandes sensaciones también viajarán con Francisco Reguilón y Raquel Aballo. La pareja madrileña se encuentra estos días en Gijón, y fueron de los que terminaron los fuegos artificiales con un gran sabor de boca. Aballo los calificó como "espectaculares", mientras que dejaba claro que "el poder verlos desde la playa es otro mundo". Por su parte, Reguilón destacó "las caritas felices", algo que "no habíamos visto en otros lugares".

Julia Muñoz, de Mieres, destacaba "los colores, que dan bastante juego, y cuando se juntan varios a la vez es muy bonito. Pero lo mejor, el final". La gijonesa Covadonga Rodríguez se quedaba sobre todo con que "hubo mucha variedad de fuegos y no se hizo aburrido". Y así, un suma y sigue de elogios.