La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

bellezas a toda costa | 10

Poo, agua dulce agua salada

En la desembocadura del río Vallina, en Llanes, la playa se convierte en una piscina natural en pleamar, lo que hace de ella uno de los destinos favoritos del turismo familiar

La playa de Poo, en Llanes, en marea alta. |Ana Paz Paredes

Una de las playas asturianas en la que más se escuchan las risas de los niños es en la de Poo, en Llanes. Al borde del mar, ante olas que llegan con suavidad pasmosa cuando la pleamar está arriba, hay un importante número de intentos de castillos de arena de todo tipo y formato, además de flotadores de colores y alguna pala y algún rastrillo medio hundidos en el fondo de un pequeño agujero cavado por manos infantiles.La razón es que esta playa llanisca es una de las favoritas del turismo familiar, no sólo por su belleza y el precioso color esmeralda de su agua, sobremanera por ser una de las playas más recogidas de Llanes. Cuando sube la marea se convierte en una piscina natural de agua salada donde el mar abierto no se percibe y, por lo tanto, no hay oleaje. Su forma de embudo la protege de olas y corrientes y la convierte en una playa segura para el disfrute infantil y la tranquilidad de los adultos que, como los primeros, también la gozan tanto más que ellos. En esta playa desemboca el río Vallina. Su cauce es un auténtico lujo para los amantes de la Naturaleza.

En cuanto a la playa, así como durante la pleamar buena parte del espacio lo ocupa el agua queforma la piscina, en bajamar el arenal cobra el mismo espacio y, de igual forma, también resulta espectacular. En este caso y como señalan los propios del lugar, al fondo del estuario, donde este se abre al mar, para el baño resulta peligroso en la zona de las cuevas, donde rompe el oleaje.

Esta playa, de unos 150 metros de lontigud y con un grado de ocupación alto, ocupa el décimo lugar entre las favoritas de las cien personas encuestadas por este diario sobre los arenales más bellos o más querenciosos para ellos del Principado de Asturias. Así, el primer lugar lo obtuvo Torimbia (Llanes), seguido de la playa de Rodiles (Villaviciosa), la playa del Silencio (Cudillero), la playa de Salinas (Castrillón); San Lorenzo (Gijón), playa dePenarronda (Castropol/Tapia de Casariego); Playa de Cuevas del Mar (Llanes), playa de Aguilar (Muros del Nalón) y playa de Vega (Ribadesella).

Sobre Poo no tienen más que buenas palabras Delfi Fernández y Gema Bernardo que se acercaron a este arenal llanisco animadas por las buenas referencias de esta playa, para los niños. La primera es madre de Frida,y Gema de los pequeños Julia y David. "Nosotras somos del concejo de Aller pero una vive en Gijón y la otra en Oviedo. Buscamos por internet referencias de playas con niños y enseguida nos salió esta", explica la segunda, mientras que la primera matiza que están disfrutando de unas minivaciones de dos días en la zona pues, para desplazarse desde sus ciudades para pasar una tarde, les queda un poco lejos. Ambas se mostraron encantadas con esta playa pero aún más sus hijos, que disfrutaron sin parar.

Dada la falta de oleaje en pleamar, también los adultos disfrutaron en el agua subidos en kayak o bien practicando paddle surf. Kevin Jonathan Silverio Martínez, encargado del alquilar de kayaks en esta playa, señalaba que "unas diez personas alquilaron ya esta tarde. La verdad que están teniendo mucha aceptación aquí pues esta es una playa muy tranquila", dijo.

Además de contar con un parking y duchas, otra oferta importante es la hostelera pues justo sobre la playa misma abren sus puertas dos establecimientos señeros: el restaurante La Farola del Mar y el hotel restaurante Rocamar. El primero lo dirige Nacho Alonso, quien ha cogido este año su dirección y se muestra muy optimista sobre cómo va el verano a nivel turístico. "Nosotros estamos trabajando muchísimo. Además de pescado, no falta lo que el público demanda: fabada, ensaladas, cachopo o una buena tabla de quesos asturianos, solo por citar alguno ejemplos".

Por su parte Eva Otero Díaz, que junto con su hermano Francisco son la tercera generación al frente del Rocamar, también con una preciosa terraza sobre la playa, también se muestra optimista. "Una playa necesita sol, y en el mes de julio, mayormente, nos viene acompañando", señala esta mujer quien recuerda que, en su establecimiento, lo que triunfan son los arroces. "Es el 95 por ciento de lo que sale de nuestra cocina, eso sí, previa reserva".

Desde la A-8 tomar la salida 300 y en la rotonda tomar la tercera salida e incoporarse a la AS-263 hacia Celorio-Llanes. Tras atravesar Poo, en la N-634 hay una señal que desvía hacia la izquierda, hacia la playa de Poo. Unos 150 metros después, una bifurcación a llega a la playa.

Darse un buen paseo por todo el entorno, sobre todo si se es amante de la fotografía. Por ejemplo a la derecha de la playa sale un camino que se interna sin dificultad hacia lo alto, hacia unas praderías, desde donde hay unas vistas espectaculares de esta playa.

Para los que son un poco andariegos, recordarles que, desde este arenal, sale un sendero de corto recorrido que lleva hasta Llanes capital. Este precioso camino ofree unas vistas estupendas del acantilado y los islotes Castro de Poo, castro de la Olla y el Islote Palo de Poo.

Compartir el artículo

stats