Ángeles García Saz llegó a la artesanía por casualidad, pero también por pasión. Casualidad, porque su primer contacto con el repujado del cobre y la plata fue durante la realización de unas manualidades, hace ya nueve años. Pasión porque, tras aquel día, le gustó tanto esta actividad que al poco tiempo se desplazó a Madrid para realizar un curso de formación intensivo en esta materia. Actualmente su trabajo es muy conocido y demandado no sólo en el concejo en el que vive, Siero, sino en todo el Principado, que ha recorrido en numerosas ocasiones presentando su obra en diferentes mercados artesanos.

De aquella botella con las iniciales de su padre, su obra primeriza, hasta hoy, en que la originalidad de sus presentaciones se combina con un trabajo minucioso y al detalle en sus diseños celtas sobre estaño; es indudable que sus vasos de sidra, botellas, cajas, espejos y marcos para fotos, arcones y cajas, vasos de chupito y licoreras, pendientes y colgantes, cuentan ya con sus adeptos y sus seguidores. Y es que no sólo es porque su trabajo del estaño es hermoso y original, también se debe a los objetos que decora y que personaliza, al gusto del comprador. «Continuamente estoy pensando cosas nuevas para el repujado, yo aprovecho todo lo que se me ocurre», afirma esta artesana, que al tiempo añade que sus repujados los pega no sólo en cristal, piedra o madera, sino también en nácar.

Mientras ultima sobre la mesa sus primeros encargos para bodas, Ángeles García recomienda hoy, para los amantes de caminatas tranquilas y sencillas, conocer uno de los numerosos senderos que cruzan la naturaleza sierense: la senda de Celles, de apenas tres kilómetros, que parte de la famosa plaza Les Campes, en la Pola, en dirección a Villar, donde se tomará una primera desviación a la izquierda para subir por un camino con un hermoso arbolado autóctono que lleva hasta Celles (La Belga). Se gira a la derecha y se continúa hasta el siguiente cruce, donde se tomará el camino de la izquierda. Aquí o bien se puede visitar el palacio Villar o seguir por la derecha hacia la fuente La Peruyal, y salir a El Asomo. Luego se sigue por el camino de la izquierda hasta descubrir el palacio de Celles. Nuevamente a la izquierda, tras pasar el edificio, vuelve a estar marcada la senda. Arriba queda la iglesia de San Juan, desde donde se pueden disfrutar unas buenas vistas. Tras girar a la derecha a 500 metros se encuentra el final de la etapa: el Picu Celles.