Eric Cohler, diseñador de culto de los jóvenes cachorros de clase alta de la Costa Este americana, es el arquetipo de hombre del Renacimiento, en versión siglo XXI. Lee historia, escribe, participa en tertulias televisivas... Es arquitecto y hasta diseña su propia ropa. Pero por lo que realmente es conocido es por ser el líder actual de los diseñadores de interiores americanos.

Una de las estancias que le han hecho famoso son unas cocinas de ensueño en las que mezcla maderas de caoba con puertas lacadas y porcelanas chinas con acero inoxidable. Esa tendencia a las «combinaciones extrañas» que tan habitual parece ahora es mérito suyo.

Esta semana el nombre de Cohler ha vuelto a saltar a los papeles. El jueves presentó su remodelación de un impresionante ático de varias plantas ubicado en la Quinta avenida en Manhattan, que ha sido puesto a la venta con un precio récord de 28,5 millones de dólares.

En realidad, el precio del superpiso eran 27, 5 millones. Cohler decidió añadir un millón de dólares en muebles y accesorios para completar la remodelación del inmueble; total, ya puestos... El interiorista debió de pensar que el inmueble merecía eso y más. Está ubicado en una de las calles más caras del mundo, con vistas al Central Park, al Museo Metropolitano y a los rascacielos de Nueva York. El superpiso tiene cinco habitaciones y siete baños.

Desde que instaló su estudio en Nueva York en 1991, Cohler se construyó una reputación de hábil mezclador de tradición y formas clásicas, conjugada con una sensibilidad contemporánea que imprime a los interiores un toque inesperado.

Su trabajo aparece con frecuencia en libros, revistas y libros. Cohler ha extendido sus tentáculos a lámparas, telas, muebles y alfombras. «Todas esas cosas disparatadas han llegado a mi carrera porque adoro aprender y absorber cosas», ha declarado. Creció en Chicago y Nueva York. De pequeño le encantaba construir ciudades con piezas de Lego. Diseñaba hoteles y edificios de apartamentos. Ha ejercido de periodista y publicista, pero finalmente regresó a su gran pasión por la arquitectura y el diseño.

Ha realizado un máster en conservación histórica de edificios en la Universidad de Columbia y tiene un certificado en diseño por Harvard. Su empresa, Eric Cohler Design, tiene su sede en la Quinta Avenida y da trabajo a quince empleados.

Los críticos aseguran que el «enfant terrible» de la decoración estadounidense es un provocador nato. Él se autodefine como un cruce entre sir John Soane, el conocido arquitecto del período Regencia, y Ludwig Mies van der Rohe, considerado iniciador de la arquitectura moderna. Desde luego, la modestia la deja para otros.

El blanco, tan limpio y relajante, es también el color preferido por los interioristas para diseñar modernas bibliotecas que pueden colocarse en cualquier lugar de la casa. Lo bueno es de esta tendencia es que es muy fácil de copiar, en función del presupuesto. La de la imagen está diseñada a la medida para un piso londinense. En Ikea pueden encontrarse alternativas.

Diane von Furstenberg, la ex princesa belga que se hizo americana y estudió español en Madrid, se encargará de rediseñar las suites del Hotel Claridge's de Londres, su hotel favorito en la capital británica, al que ha calificado como «el más glamuroso del mundo».

Furstenberg sigue así la estela de colegas como Betsey Johnson, que firmó algunas estancias en el Plaza de Nueva York, el hotel Missoni, en Edimburgo o la nueva Casa Moschino, en Milán. Cada habitación incorporará piezas originales de mobiliario, pinturas y hasta lentejuelas como las que empleó en la colección invierno 2010. El proyecto comenzará en junio y finalizará en enero de 2011.

A la ex suegra de Alexandra Miller, una de las hijas del rey de los Duty-free, le hace especial ilusión dejar su huella en el hotel que asocia a sus días de mujer independiente de negocios en Londres.

Los auriculares de moda son grandes y con colores llamativos. Escuchar música en artefactos bien preparados también convierten la grata experiencia de recibir sonidos en algo realmente grandioso.

Un buen tema puede cambiar el día, para bien o para mal. La nueva serie de auriculares a todo color de la casa T-Bone causan sensación en Europa. Esta primavera llegan a España con fuerza. Que nadie se asuste si de aquí a unas semanas comienzan a verse por las calles. Sus admiradores destacan la comodidad. A sus detractores los horroriza lo aparatosos que pueden llegar a ser. Los hay a partir de 20 euros.