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Un camino entre pucheros

Tortos y cebollas en Quintes

Cristina García está al frente del bar-restaurante Casa Pepe en la localidad maliayesa, un clásico de siempre con cocina tradicional

Restos de un molino en la ruta.

Los días, ya con más luz y entrados en primavera, invitan a disfrutar con más tranquilidad y más tiempo de esos rincones de Asturias donde apetece repartirse el viaje entre el mar y el campo. Eso sucede cuando se viaja hasta la localidad de Quintes, un pueblo del concejo de Villaviciosa, para tras adentrarse por sus caminos encontrar asomado a la carretera un bar-restaurante que es todo un clásico, Casa Pepe, un local auténtico, de toda la vida, con ese trato directo y cercano que ofrece Cristina García Velasco, una característica que junto con la cocina bien hecha hace de algunos bares de pueblo lugares a los que volver.

Casa Pepe tiene su clientela asidua. A media mañana, allí ya se encuentran tomando algo y conversando sobre las informaciones del día algunos vecinos del pueblo. La zona del chigre sorprende por su decoración, propia de los 80, y sobre todo porque aún cuenta con una barra baja, algo que ya se ve muy poco en hostelería. Tiene un pequeño y agradable comedor, además de otro espacio más grande destinado a ofrecer comidas a grupos a partir de diez personas por encargo. "Éste es un local con mucha historia, su apertura se remonta a 1939, y tuvo varias generaciones de hosteleros. Yo lo cogí el 27 de abril de 2013", dice Cristina.

Los jueves cierran por descanso. Luego, de lunes a viernes, tienen un menú a 10 euros, con dos primeros y dos segundos a elegir, además de postres. Se pueden encontrar también diversas elaboraciones, entre las que no faltan platos de cuchara, carnes y pescado.

El fin de semana, el menú, por ser especial, es a 15 euros, y consta de un entrante, como sopa de marisco o pastel de cabracho, y platos a elegir que van variando cada fin de semana, como fabada asturiana, pote, paella, pimientos rellenos, garbanzos con langostinos, carne asada, bacalao a la vizcaína, lenguado relleno de marisco, codillos, calamares en su tinta y postres como el flan casero o la tarta de tres chocolates. Entre las especialidades de Casa Pepe están la fabada y las cebollas rellenas, junto con los tortos con huevos fritos y salsa de queso cabrales, además de las croquetas caseras de jamón. Otras elaboraciones que se ofrecen en su carta son las tortillas, el plato de la abuela con varias combinaciones de huevos, patatas, jamón, picadillo y/o chorizo; picadillo con patatas, calamares, ensalada de la casa, chipirones, pollo al ajillo, cachopo tradicional, revuelto de setas con jamón y gambas o callos caseros.

Cuenta Casa Pepe con una zona de merendero y prao con un parque infantil para los pequeños, donde no faltan, además, las tradicionales mesas redondas de piedra de toda la vida, de las que van quedando pocas. Para llegar a Casa Pepe y una vez entrados en Quintes, dado que no figura su indicación en la carretera, lo seguro es continuar siempre en dirección a Rovigo y una vez allí, a la derecha, se encuentra el bar bien anunciado. El fin de semana, mejor reservar en el 633062376.

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