La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Regreso al Barroco

La sencillez desaparece de las nuevas propuestas decorativas, que optan por recargar los ambientes

Un salón panelado en madera, con numerosos detalles.

Una casa con personalidad marcada, para nada sencilla, repleta de detalles y muebles auxiliares y sobre todo muy confortable. Así podrían resumirse los nuevos vientos que soplan en el mundo de la decoración y que, sobre todo, huyen de las propuestas funcionales, que siguen teniendo su público, pero que en estos momentos no son la rabiosa actualidad.

Este nuevo Barroco que llega desde el otro lado del Atlántico viene de la mano de la diseñadora Colette van den Thillart y del inglés Nicky Haslam. "En esas persianas, puedes encontrar el microcosmos de toda mi carrera", asegura la decoradora, radicada en Toronto, refiriéndose a las venecianas que cubren las ventanas de la sala de estar de su casa recién reformada.

Todos los detalles se han cuidado al máximo. La tela de lino de algodón fue diseñada originalmente por el icónico decorador inglés John Fowler, quien la llamó Venetian Blind, y ahora es parte de una línea textil que produce en Londres Nicky Haslam.

Van den Thillart se asoció con Haslam, a quien llama "su mejor amigo", cuando el negocio de su marido llevó a la pareja a Londres, donde la canadiense se licenció en Artes Decorativas en francés e inglés.

En la casa de Colette van den Thillart pueden encontrarse toda clase de muebles interesantes: desde una silla italiana del siglo XIX a lámparas de Murano del XVIII o dos parejas de sillas rusas del siglo XIX compradas en Christie's.

En el comedor, por ejemplo, las paredes están cubiertas de Grotto, un terciopelo impreso con una imagen digital de una pared que ella y Haslam instalaron por primera vez en una casa ubicada en el campo inglés.

En la sala de estar del jardín destaca un sillón de orejas de Carl Hansen. El sofá, tapizado con terciopelo, está firmado por Lee Jofa. Todas las alfombras están hechas a medida.

El cabecero personalizado del dormitorio principal está tapizado en terciopelo de seda y las lámparas tienen pantallas de tela Delphinium de Rose Cumming. Hasta el zócalo de la sala de estar tiene remates de terciopelo azul. El caso es no escatimar en detalles.

Compartir el artículo

stats