Frota con esto tus espejos y quedarán más relucientes que nunca

La pelea con los espejos puede llegar a ser extenuante. Pegas una y otra pasada, echas este y otro producto, secas con este u otro tejido, pero no acaba de quedar perfecto. Todo un quebradero de cabeza, especialmente para los más maniáticos de la limpieza, para los que los espejos son un elemento de la casa cuya limpieza es especialmente clave para el objetivo de tener una casa reluciente y perfectamente limpia y ordenada.

El espejo del baño, el de la habitación, el del salón... El quebradero de cabeza se puede multiplicar. Y entonces nos podemos llegar a sentir perdidos respecto a cómo limpiar los cristales de la casa y, especialmente, los espejos. Pues, es cierto, no es del todo lo mismo limpiar el cristal de una mesa o de una ventana que de un espejo. Es frecuente que los espejos planteen siempre más complejidades.

Trucos para limpiar cristales

Hay algún truco para limpiar los cristales en general, como utilizar para su secado, tras echar el producto elegido, una media vieja, lo que evita que queden pegadas pelusas o que se puedan producir manchas de tinta, como ocurre cuando se emplea papel de periódico con esta finalidad. Hay así otras alternativas a la bayeta y el trapo habitual.

Otro de los consejos es utilizar agua con algo de alcohol disuelto como producto. Una solución que hará que algunas manchas se vayan más fácilmente. También se puede recurrir al limón, un producto que además aromatiza la casa.

Lo que debes frotar en los espejos

En el caso de los espejos, hay incluso algún truco específico más allá de los genéricos que se refieren a todos los cristales de la casa. Aparece en este caso un aliado sorprendente que podemos encontrar en la cocina de cualquier casa. Seguramente mucha gente lo desconozca, pero frotando este producto puedes ayudar, y mucho, a que los cristales queden lo mejor posible tras su limpieza.

En este sentido, expertos en limpieza y cuestiones del hogar recomiendan frotar con una patata cortada por la mitad los espejos. Con este método, aseguran, los espejos quedarán deslumbrantes.

Tras frotar el cristal del espejo con la patata, hay que pasar por la superficie un paño humedecido con agua y vinagre. Así se completará el procedimiento de este curioso truco, para cuya finalización hay que secar el espejo. Y aquí vuelve a aparecer el truco de la media vieja, clave para que en el secado no se queden restos de pelusas pegados, algo que sí sucede con otros tejidos.