Adiós a las facturas de la luz disparadas: Esta es la temperatura ideal a la que debes tener los radiadores de tu casa

Notarás la diferencia

Valeria Montero

Cada vez está más cerca uno de los momentos más temidos del año: encender la calefacción. El frío cada vez se hace más notable -sobre todo estos últimos días- y no es plato de buen gusto para nadie coger un resfriado por el simple hecho de pasar frío en su propia casa.

Sin embargo, lo más probable es que, a la mínima distracción, termines encontrándote con una factura del gas disparada. Por eso, es importante que tengas en cuenta el uso que haces de tus radiadores, además de las condiciones en la que estos se conservan.

Lo importante es mantener un hogar confortable donde podamos mantener a raya el frío, aunque sea a base de algunos consejos y trucos más rebuscados que nos ayudarán a ahorrarnos un dinero. Ten en cuenta que el estado de tus radiadores puede marcar un antes y un después que, aunque tú en un principio no lo notes, quede reflejado en la factura de la luz. Con los precios disparados, lo más conveniente es buscar las formas de jugar las cartas a nuestro favor.

El primer paso que deberás dar antes de dar por inaugurada la temporada de la calefacción es purgar cada uno de los que hay en casa. Asegúrate de que sacas todo el aire acumulado y los líquidos al menos una vez al año; a menudo, la concentración de burbujas de aire puede provocar que el calor fluya al máximo de sus posibilidades.

En cuanto a la expulsión de líquidos, podrás hacerlo siguiendo unos sencillos pasos. Para hacerlo, asegúrate de que la calefacción esté apagada y los radiadores se hayan apagado por completo. Después, cierra las válvulas, desenrosca la tuerca que une la válvula termostática al radiador, y deja que purgue todo el agua sucia. Asegúrate que durante este proceso proteges el suelo con papel para evitar filtraciones de agua y usas una palangana para recoger todo el líquido que expulse el radiador. Ten en cuenta que el descuido puede provocar que se rompa el ciclo de calor de tu electrodoméstico y tengas que buscar soluciones.

Fallos comunes

Al igual que ocurre en el verano con los aires acondicionados, es conveniente que mantengamos su temperatura en una graduación óptima, de tal forma que mantenga la casa en un ambiente confortable y no suponga un desembolso económico demasiado elevado. En el caso de los aires acondicionados en verano, por ejemplo, lo ideal es que la temperatura de la estancia se mantenga entre los 24 y los 26 grados. No obstante, de cara al invierno, se recomienda que la caldera esté a 21 grados.

Hay otra rutina muy común en la vida cotidiana de cualquier persona durante el invierno. Podrá resultarte familiar la imagen de la ropa húmeda sobre los radiadores para acelerar su secado. Sin embargo, debes tener en cuenta que esto no es más que una solución que te saldrá muy cara, en comparación con dejar tus prendas secando en el tendedero dentro de casa. La ropa sobre el radiador dificultará la salida del calor y hará que su rendimiento tenga que ser más elevado, por lo que el gasto será mayor.

Ajustar el calor de los radiadores

Es posible que alguna vez te hayas preguntado cómo graduar la temperatura de los radiadores. La respuesta es muy sencilla, a la par que visible: echa un ojo a la válvula termostática del lateral de tu radiador. Este elemento suele tener una tapa que indica una numeración del 0 al 5 con la que podrás graduar dicha temperatura con solo moverla y que servirá tanto para subir la temperatura como para bajarla.