Adiós al papel higiénico, aquí tienes una alternativa mucho mejor

Un truco mucho más sencillo de lo que creías

Papel higiénico.

Papel higiénico. / Freepik

La historia del papel higiénico, aunque puede parecer mundana, es fascinante y revela mucho sobre la evolución de la sociedad y la comodidad moderna. Nacido en 1850 en Estados Unidos bajo el nombre de Medicadet Paper, este invento revolucionario fue introducido por Joseph C. Gayetty. A pesar de las primeras dudas y desconfianza del público, pronto conquistó a un número creciente de consumidores, prometiendo suavidad y dulzura en un momento en que hablar de este tema aún era tabú.

El papel higiénico se ha vuelto indispensable en la vida cotidiana, y aunque parezca extraño, también ha evolucionado en cómo lo posicionamos. Ahora, debatimos sobre si debe colgarse con el borde hacia fuera en lugar de contra la pared, ya que esta es la única manera de arrancarlo sin romperlo, según los conocedores de esta materia.

Sin embargo, la evolución del papel higiénico no se limita a discusiones sobre su colocación. También ha suscitado preocupaciones sobre el impacto ambiental de su producción, especialmente el papel muy suave. Los ecologistas abogan por un uso más moderado, ya que la fabricación de este tipo de papel requiere un mayor porcentaje de fibra vegetal nueva en lugar de papel reciclado. Aunque el material reciclado es menos suave, la búsqueda de la suavidad perfecta ha llevado a muchos a ignorar estas preocupaciones ambientales.

Otra razón para reconsiderar el uso del papel higiénico se relaciona con la higiene. Los médicos argumentan que la limpieza solo con papel no garantiza una higiene perfecta después de defecar. Sugieren que la única forma de lograr una limpieza completa es mediante el uso de agua y un jabón íntimo suave, reduciendo el riesgo de irritaciones y enrojecimientos.

Recomendación

Curiosamente, esta recomendación nos lleva a reflexionar sobre las prácticas de higiene de los antiguos romanos, quienes utilizaban el "tersorium", una especie de escoba hecha con una esponja marina en un palo, limpiada con agua y vinagre después de su uso. Aunque puede sonar primitivo, demuestra que las soluciones para la higiene personal han evolucionado a lo largo de la historia.

Incluso el uso del papel higiénico en la nevera se ha vuelto un truco común para mantenerla con buen olor. La mezcla de bicarbonato de sodio y agua impregnada en un rollo de papel higiénico puede absorber olores desagradables y mantener la frescura en el refrigerador.

En conclusión, la historia y las prácticas actuales en torno al papel higiénico revelan no solo la evolución de la comodidad moderna, sino también la interconexión de la innovación, la sostenibilidad y la higiene en nuestras vidas cotidianas. Un simple rollo de papel puede contar mucho más de lo que imaginamos.