La razón por la que la gente está poniendo una esponja en la campana extractora, te sorprenderá el resultado

Un truco que muy pocos conocen

Una campana.

Una campana. / Freepik

Lograr una limpieza exhaustiva en la cocina implica una meticulosa organización, ya que los numerosos elementos utilizados en este espacio requieren tiempo y esfuerzo para su adecuada higienización. La campana extractora, a pesar de ser un componente fundamental en la cocina por su capacidad para eliminar olores y humos, es también uno de los más temidos al enfrentarse a las tareas de limpieza.

Este dispositivo no solo cumple una función práctica, sino que también aporta un toque decorativo que transforma la apariencia de la cocina. Sin embargo, su constante servicio conlleva a la acumulación significativa de grasa. Para combatir eficazmente esta suciedad, existen trucos esenciales que facilitan la tarea.

Una opción consiste en hervir agua con zumo de limón para eliminar la suciedad y la grasa de la campana extractora. Se recomienda activar el extractor durante la limpieza para evitar que el olor resulte abrumador. Además, una mezcla de vinagre blanco y agua tibia es eficaz para eliminar la suciedad más persistente, como la grasa incrustada o el pegamento.

Esponja

El uso de una esponja suave o estropajo de calidad es fundamental para preservar el acabado de la campana, independientemente de su material. Evitar esponjas abrasivas y emplear una mezcla de agua y jabón de lavavajillas contribuye a decir adiós a la grasa de manera efectiva.

Los filtros del extractor deben limpiarse a fondo cada dos meses, aunque esta tarea puede resultar exigente en términos de tiempo y paciencia. Se puede emplear el lavavajillas diario para limpiar la campana, o dejar los filtros a remojo durante unas horas, especialmente si son de carbono o contienen una esponja que requiere reemplazo.

En el caso de las campanas de acero inoxidable, populares en la decoración actual, la suciedad, grasa y polvo se hacen notar fácilmente. Para su limpieza, es recomendable utilizar un producto específico, aunque también se pueden aplicar trucos caseros, como un paño suave con unas gotas de aceite de oliva para dejar la superficie impecable y brillante.