Adiós a las humedades, esta es la planta que te ayuda

Es muy fácil encontrarla

Plantas.

Plantas. / Freepik

Existen más de 100,000 especies diferentes de moho, cada una manifestándose con diversos micelios que presentan colores distintos, como rojo, negro, azul, verde y gris. La presencia de moho en el hogar suele indicar problemas de ventilación y aislamiento de la humedad, especialmente en espacios mal ventilados.

Para prevenir que el moho se convierta en un problema serio tanto para tu hogar como para tu salud, te recomendamos tres tipos de plantas que puedes incorporar en tu casa para limitar los daños.

Asparagus (Espárragos): Ideal para ubicar en el baño, esta planta perenne tiene una apariencia única, suave y densa. Prospersa en temperaturas entre 25° y 7°, aunque unos pocos grados menos podrían ser perjudiciales. Prefiere la luz filtrada en lugar de la directa, por lo que colocarla detrás de una ventana podría ser óptimo.

Begonia: Colorida y vibrante, esta planta perenne es perfecta para cualquier habitación de la casa, siempre que se evite la exposición al frío y las heladas. Prefiere temperaturas constantes y no muy frías, siendo adaptable para la mayoría de los entornos, incluso la cocina.

Aspidistra

Aspidistra: Ayuda a absorber la humedad en el hogar y es resistente, siendo capaz de sobrevivir incluso cuando se le presta poca atención. Tolera la humedad y aprecia la luz reflejada, convirtiéndola en una opción conveniente para quienes tienen poco tiempo para cuidar plantas.

Las esporas de moho, cuando se inhalan o ingieren, pueden tener efectos perjudiciales para la salud, especialmente en personas más vulnerables como bebés, ancianos, individuos con asma, alergias, cáncer en tratamiento de quimioterapia o que han recibido trasplantes de órganos, así como aquellas con sistemas inmunológicos debilitados.

La exposición al moho puede causar diversos efectos, como fatiga crónica, fiebre, dolores de cabeza, irritación ocular, mucosas irritadas en boca, nariz y garganta, estornudos, tos crónica y erupciones cutáneas. En casos más severos o exacerbados por reacciones alérgicas, los síntomas pueden incluir náuseas, vómitos y sangrado en pulmones y nariz.