Un alto funcionario chino ante la ONU, Sha Zukang, le amargó la cena a su jefe, el surcoreano Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas, al mostrarse ebrio durante una celebración en un balneario de Austria. «Yo sé que nunca fui de su agrado, señor secretario general; pues bien, a mí usted nunca me cayó bien tampoco», le espetó Sha, de 62 años, a Ban, durante un brindis en el que arremetió contra el organismo internacional y aseguró que fue a Nueva York contra su voluntad y que no le gustaban los estadounidenses.

Mientras, en Irlanda, el primer ministro, Brian Cowen, tuvo que negar en la radio que un día antes, cuando habló en televisión, estuviese borracho. «Rotundamente no, es totalmente ridículo, no es cierto, por favor», dijo Cowen.