La actriz Pamela Anderson y diez de las «playmates» europeas más ardientes del momento tomarán mañana el palacio de Snagov, cerca de Bucarest, que usaba el desaparecido dictador comunista rumano Nicolae Ceausescu, en la primera fiesta al estilo de la «Mansión Playboy» que este grupo celebra en Europa. Unos 250 invitados, todos ellos hombres, podrán disfrutar de una velada por cantidades que van de los 1.000 a los 2.000 euros por cabeza. El desembarco de «vedettes» y ricachones locales y extranjeros llenará de frivolidad e inocente perversión unos salones en un palacio a 40 kilómetros al norte de Bucarest, que en su día se acostumbraron a la solemnidad austera y gris de los discursos, los trajes y los gestos del comunismo más ultramontano del continente. La exuberante Pamela hará de Elena Ceaucescu.