El portero de un lujoso edificio ubicado en la Quinta Avenida, en Nueva York, encontró de forma casual entre unos arbustos el valioso cuadro del pintor francés Jean-Baptiste-Camille Corot (1796-1875) titulado «Retrato de una joven», cuyo paradero era desconocido desde hacía algo más de un mes.

Según señalaba ayer el diario «The New York Times», Franklin Puentes, el portero de un inmueble del lujoso barrio del Upper East Side, recogió la obra de arte de la calle creyendo que podía ser de alguno de los inquilinos del edificio en el que trabaja, motivo por el cual decidió guardar la obra de arte hasta que encontrase a su propietario, si es que aparecía más tarde o más temprano. Después de regresar de unas vacaciones, Franklin Puentes supo a través de los medios de la desaparición del famoso cuadro y decidió por este motivo llevar a la Policía el retrato, una obra fechada en el siglo XIX y valorada, aproximadamente entre 500.000 y 700.000 dólares, según los expertos en arte.

«Me siento muy mal, no tengo comentarios al respecto», declaró el citado trabajador al rotativo neoyorquino, al que añadió: «Por lo que a mí respecta, actué conforme a la ley». Después de siete horas de interrogatorio en la Comisaría y de que la Policía realizase algunas pesquisas, varios investigadores consideraron que el conserje estaba diciendo la verdad y que se confirmaba así la versión del marchante del cuadro, James Carl Haggerty, quien reconoció haber perdido el cuadro «porque había bebido demasiado», tras haberlo enseñado a un potencial comprador en el hotel Mark, también en el Upper East Side. Las cámaras de vigilancia del hotel mostraron que el marchante salió del edificio portando el cuadro, mientras que en el vídeo que lo captó llegando a su casa aparece sin la obra de arte.

Haggerty fue demandado por Krstyn Trudgeon, copropietaria de la obra.