La hospitalización de Demi Moore el lunes convirtió a la actriz en la noticia del día. Pero ha conseguido sorprender más aún cuando se ha sabido que la sustancia de la que abusó fue gas de la risa (óxido nitroso). Junto con el cansancio acumulado y su extrema delgadez, le provocaron un ataque epiléptico e hizo que perdiera el conocimiento.

La fiesta que organizó Demi el lunes por la noche prometía ser divertida. El plan incluía gas de la risa, pero fue el ingrediente que causó la llamada a emergencias. La actriz perdió el conocimiento y, aunque trataron de reanimarla durante media hora, los servicios sanitarios vieron obligatoria su hospitalización.

La representante de Demi Moore publicó un comunicado el martes que explicaba la situación de la actriz: «Debido a las tensiones de su vida en este momento, Demi ha elegido buscar ayuda profesional para tratar su agotamiento y mejorar su salud en general». Si su extrema delgadez ya había provocado que saltaran las alarmas en sus últimas apariciones, los cuidados que está recibiendo la actriz confirman que su estado de salud era grave. Los médicos que la atendieron decidieron tratarla también por anorexia.