Robert de Niro, actor camaleónico por excelencia, engordó la friolera de 30 kilos durante el rodaje de "Toro salvaje" para reflejar el declive físico del boxeador Jake LaMotta. Algo que logró a base de meterse entre pecho y espalda tres comidas al día y adoptar hábitos sedentarios. Un "sacrificio" que De Niro se tomó con filosofía, asumiendo que es parte del oficio de actor, y que también han tenido que afrontar otros intérpretes, desde Russell Crowe a Christian Bale pasando por Antonio de la Torre o incluso Charlize Theron.

El último en unirse a este selecto club es Mario Casas, que ha dejado atrás su apolínea figura para encarnar a "Martinón", el solitario alimañero que protagoniza "Bajo la piel de lobo", la película escrita y dirigida por el asturiano Samu Fuentes que se rueda actualmente en el Pirineo oscense. Un filme con el que el intérprete quiere dejar atrás su imagen de "chico guapo".

Casas ya había anticipado su transformación en el mes de diciembre, en una entrevista exclusiva con LA NUEVA ESPAÑA. "Es un papel muy físico, tengo que ganar peso para estar fuerte porque la gente de campo es muy fornida", reveló Casas. Pero en las semanas siguientes, su aumento de peso llamó la atención, especialmente durante la promoción del filme "A contrarreloj".

Para lograr ese cambio en su figura, Casas cambió su dieta y sus rutinas en el gimnasio. "Lógicamente uno no puede tener un cuerpo tallado en el gimnasio, no tendría sentido", avanzaba el actor en el mes de enero. Su objetivo, no obstante, no era simplemente engordar, sino ganar masa muscular y lograr un cuerpo más rotundo, menos definido. Una transformación análoga a la que experimentó Russell Crowe para "Gladiator", filme al que el propio Casas hizo un guiño en plena dieta, cuando publicó en su cuenta de Instagram una fotografía con el casco que lucía el intérprete australiano en uno de los combates del filme de Ridley Scott, mientras se zampaba un suculento plato de spaghettis.

"Mi nombre es Máximo Décimo Meridio y me encanta la pasta con trufa", aseguraba Casas en ese post. Y es que la pasta, rica en carbohidratos, es un elemento básico para ganar peso. Claro que al intérprete le ayudó en su empeño otra circunstancia: durante los meses en los que preparó el papel, dejó de fumar. El resultado de combinar los cambios en la dieta y los hábitos de gimnasio con el abandono del tabaco dio un resultado notable: Casas subió doce kilos de peso en menos de dos meses.

En términos numéricos, la transformación de Casas supera a la que experimentó Crowe para encarnar al icónico gladiador: el australiano "sólo" ganó ocho kilos de músculo para encarnar a Máximo. Claro que se desquitó posteriormente en "Red de mentiras", para la que ganó treinta kilos de peso, principalmente grasa, para lo que tuvo que cambiar sus hábitos alimenticios hasta el punto de desayunar hamburguesas con queso.

Y es que no es lo mismo aumentar la masa muscular que los niveles de grasa, dos métodos para ganar peso que dan resultados muy diferentes en pantalla. Antonio de la Torre, que subió 33 kilos de peso para "Gordos", o Charlize Theron, que engordó 13 para "Monster", son buenos ejemplos de actores que subieron de peso, a través de la grasa, para dar veracidad a sus papeles.

Otros actores, en cambio, tuvieron que perder muchos kilos para interpretar un papel determinado. Matthew McConaughey perdió 17 kilos para protagonizar "Dallas Buyers Club", y Tom Hanks adelgazó 25 kilos en una pausa del rodaje de "Náufrago" para mostrar la transformación de su personaje durante el filme.

Mención aparte merece Christian Bale. Para "El maquinista", el actor perdió 28 kilos. Un peso que recuperó con creces en unos pocos meses para poder encarnar al Caballero Oscuro en "Batman Begins".

La cuestión del peso es sólo una parte de la transformación de Mario Casas. Desde el mes de diciembre, Casas se ha dejado crecer la barba, que ahora, en pleno rodaje, está ya muy poblada. Además, el intérprete ensayó con Manolo Mier, un pastor de los Picos de Europa, la manera de andar y moverse, siempre tratando de ganar veracidad. Una importante labor de maquillaje, para avejentar su rostro y darle un aspecto más hosco, completaron la mutación de Casas.