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JOAQUÍN TORRES | El arquitecto de la gente VIP, ha diseñado una urbanización en Luanco

"Una casa con comedor para 30 personas se justifica dándole uso, si no es absurdo"

"Es anacrónico construir viviendas como las de hace 50 años porque vivimos diferente: las familias son pequeñas, la mujer trabaja y la tecnología ha entrado en nuestras vidas"

Joaquín Torres, ayer, en la obra de la urbanización que ha diseñado en Luanco.

El que fue conocido como "arquitecto de los famosos", Joaquín Torres Vérez (Barcelona, 1970), sigue fiel a su esencia: diseña casas de vanguardia a base de líneas rectas y volúmenes en forma de paralelepípedos superpuestos. Pero desde hace unos años busca voluntariamente el anonimato y mantiene un perfil social más plano, muy alejado de las estridencias que le convirtieron -televisión y prensa rosa mediante- en un personaje popular que desvelaba sin recato las interioridades de las viviendas de sus clientes, entre los que se encuentran, por ejemplo, Amancio Ortega, Borja Thyssen, Madonna, Penélope Cruz y Javier Bardem y, ya en la esfera de lo futbolístico, Zinedine Zidane, Víctor Valdés y Cristiano Ronaldo, entre otros astros del balompié.

"Desintoxicado" de la sobreexposición mediática que casi le devora -confiesa que esperaba beneficiarse de sus incursiones televisivas y acabó descubriendo que "era la tele la que se nutría de mí"-, Torres sigue a lo suyo: hacer casas. Y en Asturias tiene veinte en marcha, en concreto en La Quinta de San Roque (Luanco). Se trata de una urbanización con viviendas de entre 250 y 300 metros cuadrados que se venden a precios de entre 625 y 895 euros el metro cuadrado. La promotora, Aldigo Invest, asegura que el 30 por ciento de estas casas ya está vendido sobre plano. Ayer, el arquitecto inspeccionó la obra y atendió a este diario.

- ¿Por qué un arquitecto con encargos en medio mundo y que trabaja para millonarios acepta un encargo en un modesto pueblo costero asturiano?

-No hay proyectos grandes y pequeños, sino buenos y malos; no soy dado a mercantilizar mi trabajo de ese modo. De La Quinta de Luanco me enamoró el sitio, me atrajo trabajar en el Norte y con una orografía compleja y me pareció que el proyecto tiene una escala buenísima para el lugar donde se enclava.

- ¿Qué ideas inspiran la solución arquitectónica adoptada?

-He evitado diseñar una casa y replicarla en serie en el resto de la urbanización, con lo cual el resultado son veinte viviendas singulares, cada una con su personalidad. Son casas diferentes, de líneas limpias y sencillas, a las que da carácter el capricho de la orografía sobre la que se levanta cada una.

- ¿Tuvo alguna inspiración especial en este promontorio natural con vistas al mar?

-Las condiciones del entorno, por vistas y luz, son excepcionales. Lo que el arquitecto tiene que hacer en estos casos es meterse en piel de los que van a vivir en las casas para aportar las soluciones que mejor se adapten a sus futuras necesidades. Lo más fácil es diseñar sobre un terreno llano como un tabla, pero cuando el relieve del suelo es determinante, como en este caso, resulta apasionante diseñar el producto final porque la irregularidad del terreno enriquece la arquitectura.

- ¿Son casas para ricos?

-En absoluto y, sin embargo, tienen "inputs" de calidad superiores, en algunos casos, a proyectos míos anteriores desarrollados, por ejemplo, en Miami. En esto ha tenido mucho que ver el promotor, Alejandro Díaz, partidario de la idea de que el último euro lo gane otro; lo contrario a esa filosofía, como bien sabemos todos, ha hecho mucho daño al sector del ladrillo en España.

- ¿Como arquitecto, qué le llama la atención de Asturias?

-Algo común a otros lugares de España: lo bonitos que están los centros históricos de las ciudades. En sentido contrario, es una pena el caos edificatorio que se ve en algunas partes de la región, casas construidas aquí y allá sin un mínimo sentido de planificación urbanística. Y esto es muy malo porque las casas son bienes perdurables, quedan de herencia paisajística para muchas generaciones venideras.

- ¿Qué está de moda en arquitectura?

-Parece que remite, afortunadamente, la construcción de casas de corte neoclásico y neobarroco y empiezan a abundar las construcciones modernas. Aún se hacen muchas menos de lo que sería deseable, pero al menos empieza a ser una opción tenida en cuenta.

- Entiendo que defienda su estilo, pero ¿y por qué me tengo que hacer una casa moderna?

-Ya no vivimos igual que hace 50 años, las familias tienen menos miembros, las mujeres se han incorporado al mercado laboral, las tecnologías nos han invadido, vivimos en la era de la domótica y la eficiencia energética... Todo esto aconseja romper con lo anacrónico, adaptar el diseño a las nuevas necesidades de los hogares y personalizar cada casa; el ejemplo por antonomasia es hacer distribuciones interiores más abiertas, y así todo.

- Un consejo para quien esté pensando en hacer una casa.

-Que piense cómo quiere vivir y que lo ponga por escrito. El 90 por ciento de los clientes cree saber qué quiere y cuando les pido que lo escriban afloran mil incoherencias. Suele decirse que una casa es la inversión de tu vida, y es verdad, pero también es un sueño a cumplir. Son dos poderosas razones para no menospreciar su diseño, y esto vale tanto para proyectos millonarios como para otros de menor cuantía; los ricos también cometen errores de bulto.

- ¿Entre esos errores están las excentricidades que encargan, como casas con el triple de baños que inquilinos?

-Lo que a alguien puede parecerle excéntrico para otros puede ser una necesidad. ¡Cuidado al juzgar estas cosas! Si alguien encarga una casa con un comedor para treinta comensales porque sus compromisos sociales lo justifican o con diez habitaciones para servicio doméstico porque tiene ese personal es de todo punto sensato; en cambio, prever esos espacios sin darles uso es absurdo.

- Cristiano Ronaldo, según usted mismo ha contado, pidió una gran cristalera para que desde el salón se vieran los coches aparcados en el garaje...

-Y otras personas cuelgan en la pared de su salón un Miró. ¿Cuál es la diferencia? Quiero decir con esto que si una persona le da a su colección de coches un sentido museístico, pues ¿qué hay de raro en que le guste enseñarla?

- Usted ha hecho sus pinitos en la arquitectura con módulos prefabricados, las llamadas "casas de acero", algo en lo que Arcelor, con presencia en Asturias, tiene depositada mucha fe. ¿Le ve futuro?

-Tanto que creo que es el futuro de la construcción. El freno a su desarrollo es la mala prensa de esas casas y el escepticismo del gran público. Pero lo cierto es que tienen tres ventajas incontestables: corto plazo de entrega, gran calidad constructiva al venir acabadas del taller y coste fijo, no sujeto a las desviaciones de obra.

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