Asturias apostó en la cocina por David

Televisión Española vuelve a tener en antena otra edición de su “talent” de cocina, “Masterchef”. Su gran apuesta de entretenimiento, que conducen los cocineros Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera, va ya por su décima edición y cada año resulta un poco más complicado seleccionar a los aspirantes.

Porque ahora no importa solo saber de ollas y sartenes: también hay que acompañar esa maña culinaria con un perfil de concursante “distinto”. Cuanto más extremo, emotivo, hilarante sea el aspirante, o cuanto más interés tengan sus historias personales, mejor que mejor. Y algo así se mostró en la noche del lunes, en el primer programa de la temporada, que fue también el de la selección de concursantes.

De los miles de aspirantes que respondieron esta vez a la llamada de “Masterchef”, llegaron a la emisión televisiva solo unas varias decenas. Y entre ellos, al menos, dos mencionaron a Asturias. David Arango, el hombre del tiempo en la TPA, se presentó con un plato de “lubina de limonero”, basado en el popular pescado acompañado de un escabeche de cítricos. Se llevó las alabanzas de Pepe Rodríguez y el chef toledano, aunque mencionó las “luces y sombras” del plato, apostó por David. No hicieron lo mismo sus compañeros, y los dos votos negativos dejaron al experto en “nubes y soles” a las puertas de entrar en el concurso. “Soy hombre del tiempo en la televisión autonómica de Asturias, pero mi verdadera vocación es cocinar. ¿Querer dejarlo todo por la cocina es una locura? Pues bendita locura”, aseguraba él en el programa de estreno.

Tras despachar a Arango los jueces dejaron entrar a cocinas a otro David. Un jerezano que recalcó que venía “de Oviedo”. La suya fue de las selecciones con mucha emoción y muchos lloros. El concursante contó que buscaba en el programa ponerle la guinda a su renacimiento. De 38 años y padre de un hijo por el que se trasladó a Asturias hace años, se definió como un “emprendedor” con muchos oficios. El concurso ha relatado que entre sus iniciativas ha estado la de poner en marcha hasta un parque de atracciones, aunque él lo que contó en antena es que fue hasta actor de cine para adultos.

Pero sobre todo, David ahondó en una juventud marcada por las drogas. “He sido una persona con adicciones y un consumo elevadísimo”. Hasta que se replanteó las cosas “y decidí cambiar mi vida. Es duro”, admitió. Como ha sido duro para su familia, sobre todo para sus padres, que ahora se sienten felices del rumbo que ha tomado. “Y yo, más feliz porque ellos estén orgullosos de mí, que ya les tocaba”, decía entre lágrimas. No solo pasó al concurso con una original creación de “Tortilla de mar”, sino que en la primera prueba de exteriores fue de los más alabados.