Ala hostelería asturiana no le salen las cuentas. Las restricciones por la pandemia del covid y las medidas impuestas a bares y restaurantes para abrir (no uso de barras, dos metros entre sillas y no más de cuatro comensales por mesa) hacen mella en las cajas. Una pérdida de ingresos que se nota mucho más en estas fechas navideñas, cuando el sector suele registrar destacadas ganancias.

Así las cosas, algunos como el sierense Titi Sánchez han optado por movilizarse volviendo a plantarse delante de la Junta General del Principado, en Oviedo, con su ya famosa “caja-protesta” que ha renovado con nuevos mensajes de queja por el abandono y presión al que someten al sector las administraciones regional y central: “Nos expropian nuestro negocio y nos tiran a la calle como una colilla”; “Las ayudas aprobadas a la hostelería en Europa superan los 40.000 euros; España, 0”, entre otros.