Los hechos se remontan a los primeros días del mes de junio de pasado año, cuando la representante de una empresa de venta de vehículos de alta gama con sede en Asturias pone en conocimiento de la Guardia Civil haber sido víctima del denominado “fraude al CEO”.

En esta modalidad de fraude, el denunciante habría remitido vía correo electrónico una factura de 30.000 euros por la venta de un vehículo a la empresa compradora. A dicho correo se adjuntaba un certificado bancario en el que constaba la cuenta habilitada para el pago de la operación.

Al no recibir el pago, se estableció contacto entre ambas mercantiles, pudiendo verificar que el certificado bancario había sido modificado en el número de cuenta, lo que hizo que se abonara el importe en otra cuenta.