Desde su cierre, los pozos mineros han sido objeto de debate sobre posibles usos. Ahora, las Fuerzas Armadas, han encontrado una nueva posibilidad, el entrenamiento militar. El subsuelo siempre ha jugado un importante papel en las contiendas bélicas, tanto para refugio como estableciendo puntos de ataque. Las galerías mineras son un escenario excepcional para que los militares entrenen su actividad subterránea. Lo harán durante dos días en el Pozo Santiago, en Aller, merced a un acuerdo firmado entre el Ejército y Hunosa.