Se acerca el momento de dar relevo a la ropa de invierno de nuevo para dejar paso a las prendas más frescas de cara a la primavera -y el inminente verano-. El cambio de armario es una tarea tediosa y que requiere de tiempo si se quiere hacer bien. Es importante doblar la ropa correctamente para evitar las arrugas y que abulte menos espacio, algo que hay que tener aun más en cuenta si la ropa que viene a ocupar el fondo del armario es la más abrigada. Por eso existen multitud de trucos y consejos con los que conseguir que las prendas abultadas no ocupen mucho más espacio que las telas más frescas. Además, otra cuestión fundamental es la conservación de la ropa durante ese tiempo almacenada. El polvo y la humedad son muy perjudiciales para el tejido y podrán estropear tu camiseta favorita.