La resaca de la noche electoral en el PSOE he dormido fenomenal es la resaca de un objetivo cumplido. Que PP y Vox no sumen lo necesario para gobernar es su triunfo y el motivo para la alegría socialista. Él se ve ganador. Ha conseguido dos escaños y un millón más de votos que en 2019. Podrá reeditar la coalición de gobierno con Yolanda Díaz y con los apoyos parlamentarios de Esquerra, Bildu y PNV. Esta vez necesita, además, la abstención del partido de Carles Puigdemont. Es lo que le separa ahora mismo de mantenerse en la Moncloa. Pero no tiene prisa. Quiere que cada partido saque sus conclusiones del 23J para negociar tras las vacaciones, en frío. No prevén en el PSOE un contacto con Feijóo antes de septiembre. En clave interna, según fuentes socialistas, el partido es una balsa de aceite.