Maite Galdeano llegaba a Superviventes para encontrarse con Rubén Torres, que se quedaba de piedra al verla y saber que era ella, la persona de la que tanto había hablado con Kiko Jiménez y tanta curiosidad tenía por ponerle cara. Como les comunicaba Jorge Javier Vázquez, Maite iba a poder pasar la noche en 'Cayo Paloma' junto a todos los supervivientes, aunque también encontraba el momento de estar hablando en la intimidad con el bombero, como también este era el encargado de enseñarle la playa.

"Me voy a acomodar en la cama con mi chico", aseguraba la madre de Sofía Suescun y, ambos, aprovechaban este momento de la noche para conocerse. Maite confesaba sus cosas buenas aunque también las malas, aunque él no ponía ningún problema a esto. "Me estás poniéndo muy contenta, ¿nos besamos?", se lanzaba Maite a preguntar y Torres le daba un 'pico' en la boca.

Pero esto no acababa aquí, a la mañana siguiente Rubén le mostraba sus bailes más sensuales mientras ella estaba tumbada en la arena, algo que la iba conquistando poco a poco: "De momento, eres como a mí me gusta, luego veremos si te portas bien". Pero esto se quedaba aquí porque era el momento de que Maite se despidiera de Honduras y de todos.

Rubén, desde Honduras, confesaba a Sandra Barneda en 'Conexión Honduras' que todo fue muy bonito, idílico, que Maite es muy simpática y que por eso terminó dándole este beso: "Me dejé llevar". Además, relataba lo que más le había gustdo de conocerla: "La buena energía, está sonriendo, es muy natural, explica todo como lo piensa. Es muy alegre y enérgica y eso me encanta".

Maite, desde el plató reaccionaba a esto: "Le he gustado y eso es lo bueno, me ha dicho que le espere". Y recordaba como "muy bonito" el momento que compartían juntos en la noche de Honduras mientras se conocían.