Los botellones y las fiestas ilegales en pisos han sacado a relucir la peor cara de la juventud durante la pandemia. Pero sólo reflejan a una minoría. Así lo demostraron este martes un grupo de once chavales de Pumarín que reunieron 600 euros de su bolsillo para comprar alimentos y mascarillas, que donaron a una iniciativa solidaria promovida por una vecina de la calle Ramón y Cajal. “El coronavirus nos afecta a todos”, señala Pelayo García Paraja, un chico de 23 años, que ejerce de portavoz del grupo.