De chándal para entrenar en el gimnasio, con el teléfono echando humo, acompañado por su mujer y con las ideas muy, pero que muy claras. Así vivió ayer Joaquín Miranda su primer día como presidente electo del Grupo Covadonga. Unas primeras horas que el ganador vivió con LA NUEVA ESPAÑA en la sede de Las Mestas, a donde acudió a hacer dominadas, abdominales y trabajo de pesas. Será el próximo sábado cuando tome posesión de un cargo al que llega tras una holgadísima victoria en unas elecciones de récord