En el polideportivo municipal de Grado destacaba este domingo el blanco nuclear de las ropas de más de doscientos karatecas que libraron su combate más solidario. Un segundo curso con maestros del tatami, como Damián Quintero, Óscar Vázquez e Iván Leal, que organizó el Gimnasio Lino, para recaudar fondos y luchar contra la ELA. 

“El kárate tiene que trascender más que el ejercicio físico. Juntar más de doscientos cursillistas en un calendario tan saturado como el que tenemos no es fácil. Esto demuestra la solidaridad de los karatecas”, aseguró Lino Gómez, maestro y mentor de decenas de karatecas asturianos. Una gran familia que no le falló ayer y que llenó, también en las gradas, el pabellón municipal.