Los autores de la masacre preparan explosivos en la casa de Alcanar. Profieren amenazas, presumen de su pericia y ríen con total desprecio a las consecuencias de sus actos. Riendo detrás de la cámara está Mohamed Houli, que hoy se mostraba arrepentido. No participó en los atentados porque la casa donde fabricaba los explosivos voló por los aires y quedó herido. Se enfrenta a 41 años de prisión. Tras la misma cristalera blindada, Driss Oukabir niega conocer las intenciones de los terroristas. Su hermano fue abatido por los Mossos y él ayudo a la célula a alquilar la furgoneta con la que Younes Abuyacub arrolló a decenas de personas en la Rambla. La Fiscalía pide para él 36 años. Al tercer acusado, Said Ben Iazza, se le acusa de colaboración y a una petición fiscal de ocho años de cárcel. Prestó una furgoneta a los terroristas, de los que solo conocía que eran clientes de su tienda, asegura. Las acusaciones particulares piden para todos ellos prisión permanente revisable.