De "La piedad" de Luis de Morales (1565) a "Rose tombée" de Luis Fernández (1965) van 400 años y un rastro musical que puede empezar en la seguirilla de los Siete Dolores de María, seguir con la malagueña "Los peces mueran de pena", pasar por la canción protesta de Chicho Sánchez Ferlosio y acabar en un eco de voces cubistas multiplicadas en enunciados de sintagmas mínimos. Son "400 años de reposicionamiento", en palabras del director del Museo de Bellas Artes de Asturias, Alfonso Palacio, lo que ha planteado Francisco Contreras ("El Niño de Elche") con seis obras de la pinacoteca asturiana, dentro de "El Sonido del arte", un proyecto de la Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo (SACO) que llega ahora a su quinta edición con un salto cualitativo, explicó el director del certamen, Pablo de María, la pasar de los diseñadores de sonido del cine a un artistas de mútiples facetas como es, en este caso, el "Niño de Elche".