Elena Velázquez pensó que nunca volvería a ver a su perro "Vladi". Este martes, tuvo que esperar una hora y media a que fuera rescatado, a casi un kilómetro de la costa, tras ser arrastrado por la corriente. Pero es que antes el animal se había caído desde un acantilado de 30 metros, la Olla de Borizu, en Celoriu (Llanes). Pero, para sorpresa de su dueña, de su rescatador, el bombero Ismael Segovia, del equipo de rescate (cuatro bomberos, dos policías locales y dos guardias civiles), e incluso de los veterinarios que lo atendieron, "Vladi" no solo aguantó con vida, sino que se recuperó completamente en solo veinticuatro horas. Y con un único daño: un corte en el hocico.