Así fue el emotivo reencuentro del perro que cayó al mar desde 30 metros en Llanes, con su dueña y el bombero que lo rescató: "Pensé que no lo volvería a ver"

Los veterinarios que atendieron a "Vladi" no se explican ni que resistiera una hora y media en el agua, ni que se haya recuperado en 24 horas: "Es increíble"

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Elena Velázquez pensó que nunca volvería a ver a su perro "Vladi". Este martes, tuvo que esperar una hora y media a que fuera rescatado, a casi un kilómetro de la costa, tras ser arrastrado por la corriente. Pero es que antes el animal se había caído desde un acantilado de 30 metros, la Olla de Borizu, en Celoriu (Llanes). Pero, para sorpresa de su dueña, de su rescatador, el bombero Ismael Segovia, del equipo de rescate (cuatro bomberos, dos policías locales y dos guardias civiles), e incluso de los veterinarios que lo atendieron, "Vladi" no solo aguantó con vida, sino que se recuperó completamente en solo veinticuatro horas. Y con un único daño: un corte en el hocico.

El reencuentro de "Vladi" con su dueña y el bombero que lo rescató llegando hasta le en un kayak ocurrió en la clínica veterinaria Llanesvet, en la que quedó ingresado tras el accidente. La emoción se apoderó de todos los presentes, incluidos los veterinarios, que han cogido mucho cariño al perro, porque, además de fuerte y resistente, es "muy bueno, un santo". El perro le dio a Elena Velázquez unos buenos lametones de bienvenida, y en cuanto pudo se tiró al suelo boca arriba pidiendo caricias.

"Vladi" recibió el alta alrededor de las siete de la tarde de este miércoles. Su dueña vino desde Oviedo a recogerlo junto a una amiga, Irina García, y quiso que estuviera presente el rescatador. También este quería ver de nuevo al perro y acudió a la cita. Aunque este perro mestizo de cinco años de edad, ya está en su casa ovetense, su dueña seguirá observando en los próximos días que todo va bien y que no tiene ninguna secuela del golpe al caer al agua, de la hora y media que estuvo en el mar y de los ataques de las gaviotas, que se dejaban caer en picado hacia él.

"Vladi", el perro que cayó al mar en Llanes desde un acantilado, se recupera del fuerte impacto: "Es un milagro"

LLANESVET

Pasado el susto llega el tiempo de las explicaciones de los veterinarios... si es que las hay. Tanto Mario Pérez como Cristina Rodríguez, los dos profesionales que lo atendieron, siguen reflexionando sobre lo ocurrido. "Es increíble que haya resistido tanto tiempo en el agua, que además estaba muy fría. Nuestra teoría es que, con los nervios, llenó de aire el vientre, lo que lo ayudó a flotar e hizo que no tuviera que estar nadando todo el tiempo. Pero es solo una teoría", señala Cristina Rodríguez.

El perro salvo la vida "de milagro". Y gracias a los esfuerzos de todos los implicados en el rescate. Porque, en cuanto el animal estuvo en tierra firme, llamaron a la clínica veterinaria Llanesvet e informaron de lo ocurrido. De tal manera que los responsables del centro tuvieron tiempo para prepararlo todo para ponerse manos a la obra y recuperar a "Vladi".

"Vladi", cuando empezaba a recuperarse en la clñinica veterinaria de su hipotermia severa.

"Vladi", cuando empezaba a recuperarse en la clñinica veterinaria de su hipotermia severa. / Llanesvet

El animal llegó a la clínica en shock y con 32 grados, lo que significa hipotermia severa, ya que los perros tienen una temperatura media de entre 37,5 y 39 grados. Una temperatura corporal muy baja, a la que "los órganos se pueden resentir un montón y puede haber repercusiones clínicas".

"Lo hicisteis muy bien", le decía Mario Pérez a Ismael Segovia, "porque fue llamarnos, nos preparamos todos, llegó aquí, suero caliente... se hizo increíble". "Además, hay que subir la temperatura muy poquito a poco, con lo cual tuvimos que preparar una serie de mecanismos para hacerlo", comentaba el veterinario. Tenía mucha agua en el cuerpo: "Sacamos de los oídos, de la nariz... increíble. Además, creemos que el propio jadeo y el agobio le hizo tragar un montón de aire, lo que le ayudó a flotar", añadía.

El bombero, mientras tanto, seguía teniendo en su cabeza la imagen de las gaviotas atacando a "Vladi", aunque a la vez fue gracias a esas aves que logró encontrarlo en el mar cuando ya no lo podían ver los rescatadores que desde la costa trataban de guiarlo hacia el animal.

Ajeno a todo, "Vladi" caminaba por la sala de entrada de la clínica oliéndolo todo y "saludando" a todos los que entraban. Como si no hubiera pasado nada. Mario Pérez recordaba que en cuanto el perro empezó a reaccionar, lejos de mostrarse confuso o agresivo, empezó a lamerle la mano y buscaba continuamente contacto visual. "Da gusto, es muy bueno", señalaba.

Después de los consejos y recomendaciobes de rigor, de la entrega de las pastillas necesarias para estos días de recuperación y de las despedidas, cargadas de emoción, llegó la hora del regreso a casa para "Vladi" y compañía. Cuando pasaban unosminutoss de las siete de la tarde, Elena Velázquez, su amiga Irina García y el "supercampeón", como lo llamaban todos los presentes, abandonaban la clínica para coger el coche y tomar rumbo a Oviedo. "Vladi" estaba encantado, y su dueña más: "Pensé que no lo volvería a ver", repetía mientras lo abrazaba.