Villaviciosa convierte sus más de dos mil hórreos y paneras en un recurso turístico ligado a la etnografía

La construcción más antigua data de 1505 y se localiza en la parroquia de El Bustio

Plaza de la parroquia de Sietes, donde se ubica la Casa L'Horru.

Plaza de la parroquia de Sietes, donde se ubica la Casa L'Horru. / Reproducción de A. G.-O.

Villaviciosa es tierra de hórreos. De pegollos, liños y sobigaños. El concejo alberga en sus parroquias cerca de 2.400 construcciones de esta tipología. Todo un patrimonio etnográfico que destaca, además, por tener un estilo propio. Uno de los más antiguos de Asturias.

La construcción más antigua data de 1505 y está situada en la parroquia de El Bustio. Solo dos años después se data el hórreo de Casa Paco, de Piedrafita, el cual fue restaurado por la Consejería de Cultura del Principado a través de un plan especial en 1997. No fue el único. El concejo puede presumir de ser uno de los que más hórreos y paneras alberga, pero también de la buena conservación de los mismos. Muchos de ellos siguen siendo utilizados por sus propietarios, aunque los usos han cambiado. “Ahora se utilizan más como trastero”, indica Rebeca Meana, de la Fundación Cardín.

El denominado "Estilo Villaviciosa" destaca por su decoración en los liños, que a veces puede extenderse a colondres y sobreliños, y que puede ser tallada o pintada. Las formas, en su mayoría geométricas, beben de las iglesias románicas de la zona, que inspiraron a los artesanos madereros a la hora de realizar sus trabajos. Pueden verse espinas de pez, semicírculos, rosetas…En algunas ocasiones, incluso, animales.

Son detalles que pueden pasar desapercibidos a primera vista y que la Fundación Cardín lleva años enseñando a apreciar a través del bus etnográfico que pone en marcha cada verano. Una actividad pionera en la región y que atrae cada vez a más turistas, ocupándose en muchos casos las plazas semanas antes de cada salida.

“Es necesario poner en valor la etnografía asturiana, que se reconozca la importancia que tienen los hórreos y paneras, especialmente en Villaviciosa. Por eso el bus etnográfico es tan importante”, afirma Meana, quien ejerce de guía de la ruta. El recorrido parte de la sede de la fundación para continuar por Fuentes, Sietes y Piedrafita.

Durante la actividad se explican las partes principales e importantes de cada hórreo, las diferencias entre hórreos y paneras, los distintos estilos dentro del propio de Villaviciosa y una breve historia de este singular elemento en el paisaje asturiano. Además, se proporciona a cada visitante una pequeña guía informativa.

La Fundación Cardín dio hace un par de años un paso más en su objetivo de proteger y promover el patrimonio asturiano, incorporando a su web el censo elaborado en su día por Rafael Balbín. Un trabajo único. “Fue el primero en Asturias y, a día de hoy, un censo tan completo no lo hay”, afirma Meana. La fundación va poco a poco publicando y actualizando este trabajo, “pero es muy complicado. A algunos hórreos es muy difícil acceder”, reconoce Meana.