Esto opina el sector asturiano sobre la normativa europea para la sidra: "Nos protegerá"

Los llagareros respaldan que a nivel comunitario se fije un mínimo del 50% de mosto para hacer frente a la producción masiva de baja calidad

Ricardo Cabeza, en la sede de El Gaitero.

Ricardo Cabeza, en la sede de El Gaitero. / Irma Collín

José A. Ordóñez

José A. Ordóñez

Los elaboradores de sidra de la región y del conjunto de España respaldan la iniciativa de la Comisión Europea (CE) de impulsar una normativa de comercialización del producto a nivel comunitario que armonice la legislación de los estados miembros, muy exigente en España o Francia y mucho más laxa en los países del norte. "Es bueno y servirá para proteger la sidra de calidad como la asturiana", subraya Ricardo Cabeza, director general del Grupo El Gaitero, que ha seguido de primera mano el proceso iniciado por Bruselas en su calidad de presidente de la Asociación Española de Sidras y vicepresidente de la Asociación Europea de Sidra y Vinos de Fruta (AICV).

Cabeza se muestra de acuerdo con la intención de la Comisión de poner coto a la "competencia desleal" que sufren sidras tradicionales por parte de grandes productores industriales que sacan al mercado con la misma denominación una serie de bebidas de "baja calidad y consumo masivo" a base de compuestos. La iniciativa europea conllevaría que aquellas que no cumplan unos estándares mínimos, como estar elaboradas con, al menos, un 50% de zumo de manzana, no sigan en el mercado bajo la denominación de sidra.

Según explica el director general de El Gaitero, "por el principio europeo de reconocimiento mutuo, España está ahora obligada a autorizar que se vendan como sidra productos de otros países que se hacen con un 15% de zumo, ya que la legislación de origen establece que eso es sidra y hay que respetarlo". Cabeza ve positivo que la propuesta de la Comisión sea subir ese porcentaje al 50%, teniendo en cuenta, además, que en la etiqueta, junto a la denominación de sidra, habrá más especificaciones para definir el producto, su calidad y si está elaborado al cien por cien con zumo fermentado, como es el caso de Asturias. "Serán como los apellidos de cada sidra", destaca el máximo responsable del colectivo nacional de lagareros, quien también subraya el hecho de que la Denominación de Origen Protegida (DOP) seguirá comercializándose como hasta ahora. Bruselas garantiza que los reglamentos de las indicaciones geográficas no cambiarán.

La iniciativa de la Comisión ha despertado numerosas críticas en Francia, precisamente por dejar en el 50% el mínimo legal de zumo de manzana para poder comercializar una bebida como sidra. A este respecto, Ricardo Cabeza, que mantiene un contacto estrecho con los elaboradores galos, confía en que, finalmente, acaben aceptando las tesis de Bruselas. "En estos momentos se puede vender en Francia sidra hecha con un 15% de zumo de manzana y lo que se ha puesto encima de la mesa es llegar al 50%, con lo que pienso que nos favorece a ellos y a nosotros", subraya.

El presidente de la Asociación Española de Sidras considera que la reglamentación europea, de salir adelante, no solo beneficia a los elaboradores de calidad, sino que también conllevaría un incremento de las plantaciones de manzanos ante la demanda que se generaría si el porcentaje mínimo de zumo en los procesos de elaboración se incrementa hasta el 50%. Hay que tener en cuenta que las más afectados por la medida serían industrias que tienen una producción anual de muchos millones de litros y que necesitarían más materia prima para cumplir la legislación.

La Comisión ha advertido ya de las consecuencias que su iniciativa podría tener en las grandes industrias de consumo masivo. "Es posible que aumenten los costes de los productores que actualmente fabrican bebidas de baja calidad y que decidan seguir vendiéndolo con arreglo a la nueva normativa de la UE, aunque también tienen la posibilidad de comercializar con una denominación distinta", señala la Comisión. "Los fabricantes industriales que producen este tipo de bebidas suelen operar en varios mercados y fabricar varios tipo de productos, por lo que pueden adaptar su estrategia de comercialización para evitar pérdidas", zanja el informe elaborado por Bruselas para argumentar su propuesta de normativa sidrera.

La decisión final se tomará después de las elecciones europeas del próximo junio

La cercanía de las elecciones europeas convocadas para comienzos de junio, unido a las reticencias francesas, ha hecho que la Comisión Europea (CE) aún no haya decidido si, finalmente, la reglamentación europea de la sidra deja se ser un proyecto en el que se trabaja desde hace unos años para convertirse en realidad. "El paso es dilucidar si se sigue adelante o no", reconoce Ricardo Cabeza, director general de El Gaitero y presidente de la Asociación Española de Sidras. Una portavoz oficial de la Unión Europea ya reconoció hace días a LA NUEVA ESPAÑA que la Dirección General de Agricultura "está reflexionando sobre la mejor manera de proceder con esta iniciativa, teniendo en cuenta las numerosas opiniones que la Comisión ha recibido en los últimos meses tras la publicación del informe". En toso caso, Bruselas ha garantizado que la normativa solo saldrá adelante tras haberla "discutido ampliamente con los estados miembros" y que en ningún caso habrá imposiciones. Ante las críticas del sector sidrero de las regiones francesas de Bretaña y Normandía, la Comisión defiende que una legislación europea permitirá ofrecer una mejor información a los consumidores, que podrán elegir la sidra elaborada al 100% con zumo de manzana frente a otros productos etiquetados como sidra, pero de diferente composición". Los elaboradores galos rechazan que la normativa comunitaria pueda autorizar la adición de agua a la sidra. Sin embargo, Bruselas les ha garantizado que "podrán seguir produciendo al cien por cien con zumo de manzana, en las mismas condiciones que hasta ahora y con la ventaja de que su calidad podrá ser reconocida en toda la Unión Europea".