Oviedo

Los más nostálgicos amantes de la música encontrarán en la próxima promoción de LA NUEVA ESPAÑA su momento de gloria. Con el diario líder de Asturias podrán hacerse con un memorable repertorio de algunas de las mejores habaneras de todos los tiempos.

A partir de mañana, todos los sábados, durante cinco semanas, LA NUEVA ESPAÑA ofrecerá a sus lectores estas auténticas joyas musicales que nunca dejaron de sonar en los hogares asturianos. Con el cupón publicado en el periódico más 2,90 euros, el lector podrá hacerse con cada uno de los cinco CD de los que se compone esta colección. Todas las canciones de estas recopilaciones de habaneras están interpretadas por grupos, coros y bandas asturianas.

Además de contar con canciones tan conocidas como «El negro», «La paloma», «Soy de Verdiciu», «La bella Lola», «La caña dulce», «Mi madre fue una mulata», «Salió de Jamaica», «Lucero de la mañana», etcétera, incluye varias primicias cantadas por los coros como el «Bloque al Canto» de la Fundación del Colegio Oficial de Aparejadores, y por el coro «Voces Blancas» del Conservatorio Valle del Nalón. Por otra parte, todos los seguidores de este estilo musical podrán disfrutar de un momento único con la grabación de la salve marinera cantada en honor de los Príncipes de Asturias en su visita al pueblo de Lastres este año con motivo de la entrega del galardón de «Pueblo ejemplar». En esta ocasión es el coro «Manín de Lastres» el encargado de poner la nota musical. Para celebrar la llegada de la época navideña, nada mejor que hacerse con «el primer villancico country» compuesto y grabado por el grupo «Bienvenido Mrs Marshall», que se publicará en la quinta entrega de esta colección.

Las habaneras comenzaron a gozar de popularidad de la mano de los asturianos que emigraron a Cuba. Este estilo musical basa toda su temática en los amores y desamores de los protagonistas y se ha convertido un importante género musical. Con los acordes de las habaneras se consiguió unir a dos culturas diferentes de ambas orillas del Atlántico, unos aportando los ritmos y otros las letras «picantonas» y desenfadadas.