Oviedo, J. A. ARDURA

El Instituto del Carbón debe al Principado 385 millones de euros correspondientes a la financiación de obras de los fondos mineros. La consejera de Hacienda reveló ayer esa cifra durante una comparecencia en la Comisión parlamentaria de Economía en la que se discutieron los informes realizados por la Sindicatura de Cuentas sobre la gestión de las ayudas procedentes de los planes de la Minería de 1998-2005 y de 2006-2012. El Gobierno socialista admitió que la tramitación de los fondos mineros «es compleja y mejorable», pero se quedó prácticamente solo al realizar una valoración positiva sobre la repercusión que han tenido esas ayudas para las comarcas mineras. Foro cuestionó el «oscurantismo» y el PP, «la ineficacia y la reducida ejecución de los proyectos». Sus potenciales socios también fueron críticos: IU reprochó la nula repercusión en la reactivación del empleo en las zonas mineras, mientras que UPyD sostuvo que la planificación de los fondos «es el gran fracaso de Asturias tras 3.000 millones de ayudas».

«Los fondos mineros nunca han corrido tanto riesgo como ahora», afirmó la titular de Hacienda, Dolores Carcedo, quien aseguró que la deuda del Instituto del Carbón con el Principado por obras financiadas con cargo a los fondos mineros asciende a 385 millones de euros. El informe de la Sindicatura de Cuentas, cerrado en noviembre de 2011, atribuía a ese instituto estatal una deuda con la Administración asturiana de 429 millones de euros. «Ahora es algo más pequeña», reconoció la actual responsable de las cuentas regionales. La Administración asturiana ha adelantado 133,8 millones de esa partida «con recursos propios».

Graciano Torre, titular de Economía, aclaró que «no se han financiado otras obras con dinero de los fondos mineros», tras las dudas planteadas por la oposición a la vista del informe de la Sindicatura, que cuantificó en 76 los proyectos del primer plan (30) y del segundo (46) de la Minería que «podrían decaer» por haber caducado. El Consejero reconoció que uno de los proyectos que caducaron es el desdoblamiento de los túneles de Riaño, en ejecución. «¿Qué va a pasar con esta obra?», preguntó el diputado de Foro José Antonio Martínez. «Pediremos que paguen la cantidad certificada en plazo más el resto», respondió Torre, quien indicó que esta misma semana tendrá una reunión con el Gobierno central para aclarar la situación de los convenios vencidos sin materializarse. El titular de Economía mantuvo que el Principado quedó al margen de la negociación de los fondos mineros y que sólo tuvo participación en el capítulo de infraestructuras.

Martínez, de Foro, consideró «ilegal» que no se conozcan los sobrecostes de las obras financiadas con fondos mineros y definió como «lamentable» y «oscurantista» la gestión de los fondos. «Se dieron 50 millones a dieciséis empresas que están cerradas», reprochó el diputado forista. Emma Ramos, del PP, censuró «la contabilidad inadecuada, el retraso en las obras y el reducido grado de ejecución del gasto», con cientos de proyectos y convenios pendientes. El portavoz de IU, Ángel González, no se quedó atrás, ni mucho menos. «Los fondos mineros han sido un verdadero atraco a las Cuencas en cuanto a creación de empleo», afirmó González, que admitió la mejora en infraestructuras. «Pero reactivación, ninguna», concluyó. Ignacio Prendes, de UPyD, sin ataduras del pasado reciente, fue categórico: «Los fondos mineros son el gran fracaso de la política asturiana y los gobiernos regionales no pueden eludir la responsabilidad que han tenido», reprochó el diputado magenta a sus socios del PSOE. El portavoz socialista, José María Pérez, trató de contrarrestar los ataques de la oposición en su turno final: «Una cosa es decir que sea necesario mejorar los procedimientos y otra hacer esta enmienda de totalidad a los fondos mineros. No es serio ni riguroso mezclar el balance de los fondos con las cifras de paro tras cuatro años de crisis».