Oviedo, Eloy MÉNDEZ

Del laboratorio a la calle contra los recortes. Más de trescientos investigadores universitarios protagonizaron ayer una manifestación sin precedentes delante del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo para mostrar su frontal rechazo a la política científica de los gobiernos central y autonómico. «Están conduciendo nuestro actual sistema al colapso», denunciaron los organizadores durante la lectura de un comunicado al final de la concentración, a la que acudieron la vicerrectora Paz Suárez Rendueles, numerosos catedráticos, profesores titulares, jóvenes con diferente categoría profesional y representantes de varias organizaciones sindicales. Entre los asistentes estaban los técnicos del Servicio Científico-Técnico (SCT) de la institución académica que perderán su empleo en las próximas semanas. «Nuestra marcha supondrá dejar sin funcionamiento equipamientos que sólo nosotros sabemos usar y que han costado millones de euros», advirtieron, tras hacer volar un centenar de globos como símbolo de la «fuga de cerebros» que sufre Asturias.

«El problema va más allá de las personas. Lo más serio es que afectará al corazón de la investigación en la Universidad de Oviedo. Las instalaciones que yo manejo para los científicos cuestan dos millones de euros y no hay nadie más que las sepa manejar. Van a quedar paradas y, como éstas, muchas otras también muy caras», lamentaba Laura Roces, licenciada en Química y una de las seis empleadas del SCT que perderán su puesto en enero porque la institución académica no podrá renovar sus contratos, al estar incapacitada para pagar el cien por cien del salario, después de que el Gobierno central haya anunciado que dejará de aportar el setenta por ciento que le correspondía hasta ahora.

«En unos meses serán más los perjudicados», añadía el doctor en Física Gabriel Rodríguez, que también perderá su plaza. «El Rector nos prometió antes de las elecciones, que ganó en marzo, que se ocuparía de nosotros. Parece que se le ha olvidado», remató. En la misma línea se expresó el también doctor en Física Víctor Vega, que mantendrá su puesto por el momento. «En el edificio central de los servicios trabajamos treinta temporales y once miembros del personal administrativo. Nadie sabe qué será de los primeros», afirmó.

La vicerrectora de Investigación y Campus de Excelencia intentó calmar los ánimos tras la protesta, al señalar que la Universidad está «buscando soluciones» para los afectados, que pasarían por convencer a los grupos de investigación que usan los equipos para que cofinancien el salario del personal del SCT. «Sabemos que es muy complicado, pero nosotros no podemos hacer frente al cien por cien de los sueldos, debido a los duros recortes que soportaremos en 2013», aseguró Paz Suárez Rendueles.

Daniel Ripa, becado «Severo Ochoa» de Psicología, leyó el comunicado final de la concentración, organizada por el Movimiento Carta por la Ciencia. «La disminución del gasto en términos absolutos en la inversión en I+D+i podría justificarse por la crisis, pero no la disminución de los porcentajes relativos al PIB, que fue del 1,33 en 2011 a nivel nacional y que este año y el que viene seguirá cayendo», aseguró. «Hemos acumulado un recorte del 31 por ciento en los dos últimos años y un 38,6 por ciento desde 2009. Es insostenible», añadió. También mostró su preocupación por la reducción en un 30 por ciento del presupuesto del Organismo Público de Investigación (OPI), «lo que ha situado al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en una situación que afecta a su viabilidad económica». Y censuró que aún no se haya resuelto la última convocatoria de proyectos no orientados, así como los retrasos que acumulan las ayudas a la Formación del Personal Investigador (FPI) y Universitario (FPU) o las suspensiones de varios programas.

Los manifestantes reprocharon al Principado la situación «crítica» de las becas «Severo Ochoa». Y, a nivel nacional, las reducciones de las ayudas para los programas «Ramón y Cajal», «Juan de la Cierva» y «Torres Quevedo». «Es hora de hacer un llamamiento a toda la sociedad para detener el desmantelamiento del sistema de I+D+i», indicaron. Después, hicieron una colecta para pagar los cien globos de helio usados. «Lo nuestro sí que es precariedad», ironizaron.