Una primavera de contrastes. Hace una semana los asturianos sacaron de nuevo las gabardinas y los abrigos del armario ante la apreciable bajada de las temperaturas, con copiosas nevadas en las zonas altas. Ayer vivieron uno de los días más cálidos del año, que invitó a muchos a salir a la calle en manga corta, para acercarse a la playa o llenar las terrazas de bares y restaurantes con motivo del «Día de la madre».

La jornada fue en general menos cálida que la semana que precedió en abril (entre los días 16 y 24) al último episodio de frío, aunque se registraron picos de temperatura en torno a los 25 grados. Por ejemplo, en Soto de la Barca (Tineo), el termómetro marcó 25,5 grados, la máxima de la región, y en Mieres, Cabrales, Amieva y Salas se movió en torno a los 24 grados. En la capital ovetense se llegó a 22,8 grados, una de las temperaturas más altas de un año que está siendo el más húmedo en 41 años, según los datos que maneja la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La playa de San Lorenzo, en Gijón, se llenó de vecinos deseosos de atrapar los generosos rayos de sol. Los más valientes se atrevieron incluso a meterse en el mar. Y es que la temperatura del agua todavía es demasiado baja y en la ambiente la villa de Jovellanos alcanzó ayer los 18,9 grados. Otro tanto de lo mismo ocurrió en playas emblemáticas como Salinas (Castrillón). Los asturianos se lanzaron a las áreas recreativas y terrazas a disfrutar del buen día.

Los cielos prácticamente despejados que se han disfrutado en los últimos días son, sin embargo, un espejismo, un paréntesis en esta primavera que no deja de dar bandazos. Hoy, lunes, comenzará a torcerse el tiempo por la tarde, y hay posibilidades de que caiga ya alguna precipitación en el occidente de la región. Las temperaturas seguirán en torno a los 20 grados. El martes, sin embargo, se espera que esté muy nuboso, con precipitaciones débiles. Las temperaturas máximas pueden descender. No se descarta alguna tormenta en horas de la tarde.

El miércoles el tiempo acabará de estropearse. Seguirá con nubes y lloverá ligeramente, incluso de forma moderada en algunos puntos concretos. Las temperaturas tenderán a bajar ese día, aunque de forma ligera, y es posible que pueda nevar, pero en cotas altas, a partir de 1.900 metros. El mismo panorama se espera para el resto de la semana, aunque el viernes puede haber algún claro.

En definitiva, la primavera continuará inestable y habrá que esperar a más adelante para poder desprenderse de cazadoras y chubasqueros. Y eso que los asturianos ya están servidos en lo que a lluvia se refiere. No en vano, de enero a abril, las precipitaciones caídas suman 765 litros por metro cuadrado, que suponen casi el doble de lo que cayó el año pasado en el mismo período. Ha sido un cuatrimestre especialmente húmedo. En los registros de la Aemet hay que remontarse a 1971 para encontrar un primer tercio del año tan lluvioso. A pesar de la lluvia y el episodio de nieve con que se cerró el mes, las temperaturas registradas en abril no fueron tan bajas. Oviedo, por ejemplo, con una media de 10,8 grados, estuvo por encima del mismo mes de 2012.