Villaviciosa ha tomado prestado, durante el fin de semana, el título de capital regional y también de la fiesta. Los corrillos se formaban ayer alrededor del madreñero, uno de los artesanos que daba muestra de su oficio, ya casi extinto, en el mercado tradicional y feria de productos de la tierra que el Gobierno del Principado ha organizado con motivo del Día de Asturias en Villaviciosa. «No soy madreñeru, hago madreñes», explicaba Raúl Barbón, de Bezanes (Campo de Caso) matizando que el primero era el que antaño llegaba a hacer hasta seis pares en un día. Y destacaba que, hace unos cincuenta años, en su pueblo se podían contar hasta cien especialistas. El maliayés Carlos Villar recordaba que entonces «había uno en cada casa».

La fragua del herrero fue otra de las atracciones de este mercado tradicional, que permanece abierto hasta hoy en el parque del Pelambre. Alfredo Martínez apunta que al público lo que más le llama la atención es cómo hace los clavos a la antigua usanza. Luis Roca no perdía detalle porque este artesano recurre a «la forma primitiva» para su elaboración.

Tampoco faltó la fiesta de la sidra. «Es un escaparate para los lagares, pues incluso vienen dueños de sidrerías a probar», apuntaban Víctor y Samuel Vallina, de Sidra Vallina, en referencia a la calidad de los más de 5.000 litros que ayer se repartieron.

Vicente Neira y Enrique Álvarez son dos maliayeses asiduos a la fiesta porque «basta que sea de aquí, estás con los amigos, sales y nos gusta mucho la sidra», defendían. «Lo que probamos estaba toda buena y aquí suelen traer lo mejor», destacaban. Carmen Pedrayes también jugaba en casa y tiene claro que es una cita «obligada» a la que nunca falta y lamentaba que este año sólo se celebrase hasta las tres de la tarde. Estaba acompañada de su padre, José Manuel Pedrayes, y Miguel Ángel Blanco.

La lluvia fue para el alicantino Eric Costa un «homenaje al día de Asturias». Era la primera vez que asistía a este encuentro sidrero y lo que más le sorprendió fue ver «tanta gente desafiando al tiempo». Úrsula Faya hizo de anfitriona porque es también fiel a esta celebración, al igual que el gijonés Rosendo Rosete, que destacaba que había «buena calidad y buenos escanciadores». Coincidía con Isaac Argüelles y César Alonso. El premio a la «Etiqueta más guapina» se lo llevó el lagar Castañón. También hubo un recital de tonada y las actuaciones de las bandas del Festival Internacional de la Gaita. Los actos continúan hoy con juegos tradicionales, música, más tonada y las actuaciones de Anabel Santiago, Taranus, Paula Rojo y Alfredo González.